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La mañana pareció ir tranquila entre hojas y cuadernos, llegó un momento en el que incluso lo único que se podía escuchar era el sonido del bolígrafo al escribir sobre el papel y de los dedos teclear cada palabra en la computadora

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La mañana pareció ir tranquila entre hojas y cuadernos, llegó un momento en el que incluso lo único que se podía escuchar era el sonido del bolígrafo al escribir sobre el papel y de los dedos teclear cada palabra en la computadora. Sunghoon ahora había encontrado la manera de tener a todos callados, y a decir verdad, se sentía tan pacífico.

No peleas, no discusiones y mucho menos bromas; solo silencio y concentración.

Gracias a eso, todos terminaron sus pendientes para la hora de comer, comprando algo a domicilio y después disfrutando de los alimentos diversos que cada quien solicitó.

Y al final de la comida, los tres jóvenes decidieron que era hora de que se fueran, habían estado allí más de día y medio y ya necesitaban descansar unos de otros para poder verse el día siguiente en la clase.

Aunque a Sunghoon no le gustó de todo aquello, saber que dejaba a ese par solo en una gran casa... Nada podía resultar bien.

- Tranquilo, Hoon, seguro que le sirvió su plática de una hora.

Calmó Jay, quien iba al volante y observaba por el espejo retrovisor como Sunghoon no paraba de revisar su celular y mirar hacia atrás, como si quisiera regresarse con ellos.

- ¿Crees? - Dejó al fin su celular para voltearlo a ver

- Claro que sí, ellos no son así.

Completó Jake, quien a pesar de estar metido en su celular, seguía atento a la charla de aquel par. Y solo así, Sunghoon dejó de preocuparse y confiar en ellos.

Y realmente tuvo razón, aquella dulce parejita no hizo más que recoger el desorden de la casa mientras tenían música de fondo, la cual comenzaban a bailar y disfrutar a su modo cada que salía una de sus preferidas. Tal como lo era ahora, Riki jugando con el interruptor y Sunoo golpeando las almohadas mientras resonaba "Fantastic Baby - Bigbang" en las bocinas de la televisión.

Y una vez terminando, acostarse en la cama de Riki mientras se hacían mimos mutuamente en el cabello del otro y dándose besitos inocentes acurrucados bajo las mantas, solo disfrutando de lo que era un amor adolescente tan inocente y puro.

Pero la calma y paz era algo que nunca era duradero y, cuando menos lo piensas, llega algo a arruinar todo.

Tal y como fue para ellos aquel lunes.

Parecía ser una mañana tranquila y normal, Sunoo y Riki eran llevados al colegio por su chófer a cargo y al llegar bajaron juntos de la mano, nerviosos por la exposición que tendrían más adelante que equivalía al proyecto de la unidad, realmente importante.

Sin embargo, apenas entraron al edificio, varias miradas se posaron sobre ellos y para ser más específicos, sobre Sunoo.

Empezaron a escuchar muchos murmullos mientras caminaban por el pasillo principal, haciéndolos sentir muy incómodos.

Stars | Sunki |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora