- ¿Me amarías sabiendo que nunca podré mirarte?
- Te amo, Kim Sunoo.
- ¡Estoy ciego, Ni-ki!
- Kim Sunoo, veo estrellas en tus ojos...
Kim Sunoo y Nishimura Riki pasan de un odio a un amor, viviendo una historia cliché en un lindo campo donde vivía e...
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Luego de revisar tales mensajes, Riki se dispuso a marcar el número de Sunghoon, necesitaba saber lo antes posible lo que ocurría. Pero nadie le respondió.
Colgó la primera llamada y revisó la hora, 11:49 am, ya deberían de estar despiertos. Ellos eran muy madrugadores, entonces no se explicaba porque ahora no respondían.
Colgó su mochila sobre sus hombros y marcó una vez más, dirigiendose hacia las escaleras con planes de irse, pero Jungwon le siguió por detrás.
- ¿No te vas a quedar? Ya nos están haciendo el desayuno. - Sugirió Jungwon detrás de él.
- ¿Por qué debería? - Le respondió sin detenerse.
- Hay algunos chicos que se quedaron porque bebieron mucho, así que los haremos desayunar antes de irse. - Se encogió de hombros Jungwon una vez logró llegar a su lado.
Riki no creyó aquello, no creía que alguien se quedara en la casa de la fiesta de la noche anterior, pero cuando bajó el último escalón, comprobó aquello. Habían varios chicos dormidos en el sofá o simplemente sobre el suelo alfombrado de la sala de estar, algunos estaban sobre sillas aún cabeceando y otros ya estaban de pie intentando descifrar dónde estaban y porqué.
- Oh Jungwon, al fin bajaste - Un chico alto de cabello pintado de gris se acercó hacia el chico con un nerviosismo notable.
- Ah sí, ¿Y tú quién eres? - Le dió una clara mirada desaprobatoria y el chico solo apartó la mirada luciendo desilusionado, parecía ser mayor que ambos.
- Claro, debí suponer que no me recordarías - Rodó los ojos - Soy Heeseung, el hijo del amigo de tu padre, nos conocimos de pequeños, no puedo creer que ya lo hayas olvidado - Bufó y entonces Jungwon lo recordó, pero era algo que pasó hace muchos años.
- Éramos muy pequeños ¿Cómo querías que te recordara? - Bufó de igual modo.
Estuvo por dirigirle otra pregunta para saber que estaba haciendo allí, pero vió como Riki se alejaba y no quería permitirse dejarlo ir tan pronto. Corrió detrás de él una vez más y alcanzó a tomarle del brazo antes de que cruzara el umbral.
- ¿En serio no te vas a quedar? - Jungwon lo miró con una pequeña mueca.
- Mira Jungwon, ¿Cómo puedo quedarme si ni siquiera recuerdo como fue que terminé en tu cama y si tampoco sé dónde carajo está Sunoo y lo que pasó con él? - Le respondió elevando su tono de voz, haciendole sentir vulnerable, algo que realmente odiaba.
- Lárgate pues - Sin embargo, su manera de manejar su vulnerabilidad era ponerse a la defensiva y de mal humor. - Igualmente volverás.
Fue lo último que le dijo para luego darse la vuelta y escuchar como Riki salía de la casa sin importarle sus palabras. Una vez la puerta fue cerrada, el chico suspiró y mordió su labio inferior, tan perdido en sus pensamientos como para notar como Heeseung lo veía atentamente, demasiado curioso de la escena.
