- ¿Me amarías sabiendo que nunca podré mirarte?
- Te amo, Kim Sunoo.
- ¡Estoy ciego, Ni-ki!
- Kim Sunoo, veo estrellas en tus ojos...
Kim Sunoo y Nishimura Riki pasan de un odio a un amor, viviendo una historia cliché en un lindo campo donde vivía e...
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"Stars in the sky, stars in your eyes"
- ¡Sunoo, vamos a llegar tarde!
Sunghoon le gritaba desde la sala de su casa, donde se movía inquietamente, era ya la quinta vez que le pedía al chico que se apurara y bajara rápido, pero este parecía no escucharle, pues seguía encerrado en la habitación.
Habían pasado seis meses desdr lo sucedido, y sus vidas comenzaban a seguir su propio ritmo.
Luego del día del último juicio, Sunoo había comenzado a preocuparse más por su aspecto físico, le encantaba lucir deslumbrante incluso si iban solo a la tienda a comprar un dulce.
Volvió a decolorar su cabello y a pintarlo, está vez lucía un color rojizo; el tono era muy difícil de mantener y por eso lo retocaba cada que se le comenzaba a caer. Cuidaba su cabello más que otra cosa de su aspecto físico, incluso se despertaba mucho más temprano para poder planchar cada mechón de manera perfecta.
Y hoy, fue uno de esos días. El pelirrojo se encontraba pasando la plancha por su cabello de una manera tan tranquila, como si no tuvieran el tiempo encima, pero para él, lo que más importaba era lucir lindo.
- ¿Y si voy por él?
Propuso firmemente y se encaminó hacia las escaleras al final del pasillo, pero fue detenido por la mano de Riki que sostenía ligeramente el borde de su camisa, un agarré débil pero suficiente para detenerlo.
- Solo déjalo, ya sabes que le gusta arreglarse. - Le dijo el ahora rubio, soltando una risita en el proceso.
Riki también fue víctima del perfeccionismo de Kim y como consecuencia, ahora su cabello era una mezcla entre amarillo y gris, para ser más exactos, todo su cabello era rubio y solo mantenía las puntas del color gris.
Y si le preguntaban directamente si se arrepentía de algo, él diría con seguridad que no. Ni él ni nadie se quejaban de la situación, pues fue lo que se les advirtió desde un inicio como reacción típica de una persona que recuperaba la vista.
Y lo entendían, podía reaccionar de ese modo; comprendían que pudo ser muy impactante para él y que ahora querría lucir bien o preocuparse por su apariencia más que antes al poder verse a sí mismo. Y de hecho, hasta les causaba ternura.
Claro, al menos cuando no iban más de media hora tarde a la cita con su propia madre.
- Ya bajará, Sunghoon, no te alteres. - Jake se acercó a su lado y pasó su mano por su hombro, acariciando ligeramente la zona, y gracias a ello, el de lunares relajó sus músculos. - Podemos avisarles que llegaremos un poco después de la hora, no es una cita urgente después de todo.
- Si... podemos hacer eso... - La ansiedad del momento bajó gracias a la suave voz de su ahora novio.
Sí, Jake y Sunghoon ahora eran pareja. ¿Y cómo sucedió eso? Bueno, la verdad la noticia sorprendió a todos, pero resulta que en realidad ellos dos tenían sus propios momentos donde los sentimientos aparecían como descargas eléctricas en sus cuerpos, pero nunca aceptaron la química que existía en ellos.
