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Las lágrimas empezaron a aparecer en los ojos de Sunoo, pero él intentó retenerlas lo más posible. No era la primera que se había perdido o equivocado, pero recientemente había estado tan ilusionado por haber tenido un gran avance que pensó que podía ser posible ser un chico normal, o al menos similar serlo, pero este error le restregaba en cara que nunca lo sería.

- Tranquilo Kim Sunoo... Fue un pequeño error, no pasa nada.

Se consoló a sí mismo y dió dos palmaditas en sus mejillas en un intento de despertar y salir de la negatividad, en su condición lo que más era tu perdición era la negatividad, pues si te negabas y cerrabas terminarías por caerte en un abismo.

Por eso Sunoo siempre intentaba ser positivo, ante todo, era su única motivación a seguir avanzando sin quedarse estancado, aunque recientemente parecía estar regresando los pasos que había caminado.

- ¿Era por allá? - Señaló el camino detrás de él y bufó.

Hablar solo para Sunoo era algo cercano a un hábito, no sabía si alguien en verdad lo estaba escuchando pero disfrutaba de comunicarse consigo mismo en voz alta, era un motivante muy eficaz.

- Okey, acá vamos de nuevo Sunoo.

Dijo ahora en una voz más baja y dió la media vuelta para continuar con su camino. Intentó agudizar más sus sentidos, intentar adivinar si iba por el camino correcto apesar de no poder ver.

Terminó confirmandolo cuando de pronto volvió a escuchar la voz de aquel chico de antes, aquel que le había gritado por chocar con su puerta y que por cierto aún le dolía mucho su nariz y parte de su frente.

- ¡Oye, tú, pelirosa! - Le gritó - Detente ahora mismo.

Sunoo detuvo su paso, tal vez no era lo más recomendable pues el gritón parecía estar de muy mal humor ese día, pero su curiosidad era mayor y quería conocer a el chico proveniente de esa nueva voz.

- Ya me detuve. - Murmuró acompañado de una leve risa a la vez que marcaba su pisar sobre el suelo para poner incapié.

- Ya ví - Le respondió entre dientes.

- ¿Eres nuevo aquí? - Su tono de voz sonaba entusiasmado apesar de estar siendo contestado de modo frío.

- ¿Eres pendejo o ciego?

Le regresó con otra pregunta de manera tan dura que logró congelar a Sunoo en su lugar, apesar de no estar de frente a él -sino dándole la espalda - pudo sentir su expresión de odio.

Sin embargo, su positividad era mayor, pues después de todo, las cosas no podían estar peor.

Y de nuevo, se dió la media vuelta buscando quedar frente al chico grosero y se cruzó de brazos con el ceño fruncido y con los labios ligeramente abiertos. Su expresión ofendida lucía tan graciosa que el mismo Ni-ki tuvo que forzar sus labios y con su mano cubrir su boca para ocultar la pequeña mueca que se le escapó.

- Ammm ¿Las dos cosas? - Se burló de sí mismo.

Su risa sonaba tan melodiosa que de alguna manera logró bajar los niveles de agresividad del más alto, siendo contagiado de la alegría de ese virus feliz con patas y mejillas grandes.

- Para la próxima fíjate, wey. La ventana quedó marcada con tu frente.

Dejó escapar una pequeña risa demasiado sarcástica que sonó más como un bufido.

- ¡Fue tu culpa! ¡¿Quién te manda a abrir la puerta de la nada sin fijarte si viene alguien?! - Reclamó entre pucheros inconscientes mientras le apuntaba con su dedo índice, o al menos intentaba apuntarlo, pues la dirección de su dedo iba a su estómago y no a su cara en sí, el chico era más alto de lo que Sunoo imaginaba.

Stars | Sunki |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora