Yang Jungwon, un chico de 19 años que estudiaba el primer año de la universidad luego de haber hecho un bachillerato de tres años, quedando así en el mismo año escolar que Riki que había estudiado un bachillerato de dos años, ambos estaban en el mismo nivel aunque fuera de distinta edad.
Jungwon era conocido por toda la universidad por ser aquel chico prodigio con excelentes calificaciones que podía incluso representar a su universidad y llevarla a un nivel más alto si seguía así.
Era un chico confiable, amable y solidario con todos, por lo que se le otorgó el puesto del líder de clase con tan solo dos semanas del inicio del ciclo escolar. Yang era ese chico que podía darte asesorías efectivas, ya sea con alguna materia o sobre asuntos personales.
Aquel pequeño de ojos de gato había trabajado tanto para ganarse ese puesto y la confianza de sus compañeros, sin embargo, era justo eso lo que lo tenía tan confiado con respecto a violar el reglamento escolar, pues sabía que nadie podría regañarlo.
Siendo ese el motivo por el cual amaba tanto divertirse con Riki, ese pequeño cordero siempre caía en sus trampas y realmente disfrutaba de su mala fama a causa de sus acciones.
Por lo cual, al verlo de regreso solo pudo sentirse feliz de tener nuevamente su entretenimiento eficaz y disfrutaría nuevamente de molestarlo.
~ Unas horas después ~
La última clase del día al fin había llegado a su fin, todos los alumnos suspiraron agotados y empezaron a guardar sus cosas a toda prisa para salir de allí lo más antes posible, por escapar de aquella prisión llamada universidad. Los horarios eran tan pesados por ser escuela privada, entraban muy temprano y salían cuando el sol estaba por ocultarse, eso debido a todas las clases libres de por medio y las inútiles asesorías a las que eran obligados a ir.
Riki odiaba la universidad y podía jurar que no era el único.
Terminó de guardar el último cuaderno y se levantó, colgando la mochila en su hombro con toda la pesadez del mundo, había disfrutado tanto de su estadía en el pueblo que ahora la universidad le parecía el quíntuple de pesado.
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Stars | Sunki |
Fanfiction- ¿Me amarías sabiendo que nunca podré mirarte? - Te amo, Kim Sunoo. - ¡Estoy ciego, Ni-ki! - Kim Sunoo, veo estrellas en tus ojos... Kim Sunoo y Nishimura Riki pasan de un odio a un amor, viviendo una historia cliché en un lindo campo donde vivía e...