21.

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T/N suspiró, comenzaba a pensar que su mal presentimiento tenía que ver con su madre. Una vez en el consultorio del doctor T/N tomó asiento y escuchó atenta.

Escucha, el cáncer está avanzando, el tratamiento que llevaba ya no está ayudándole. Ahora, hay uno nuevo, es más costoso, pero quizás le ayude. Tal vez quieras pensarlo y decirme si quieres que intentemos con ese.

La chica bajó la mirada después de escuchar las palabras del médico, sabiendo lo que pasaba con su madre se preguntaba si era el mal presentimiento que tenía. Estaba asustada, más asustada que nunca.

Si quieres... — habló de nuevo el hombre — Ve a ver a tu madre, está en tí decirle si quieren intentar ese tratamiento o seguir con el que lleva. Sabes que cualquier cosa que necesites puedes avisarme.

T/N asintió. Se levantó de la silla donde estaba sentada y salió en silencio del consultorio. Mientras caminaba a la habitación de su madre pensaba en lo que debería hacer.

» ¿Estará bien si lo intentamos? «
» ¿Y si no funciona? «
» ¿Y si empeora? «

"¿Y si....?" Eran las preguntas que pasaban por su cabeza; cuando pudo salir de sus pensamientos ya estaba frente a la habitación 156, abrió la puerta y se asomó despacio. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro al mirar a su madre sentada en un sillón mirando por las ventanas de la habitación, estaba aliviada de que apesar de su estado, ella parecía sentirse bien.

Mamá... 

La mujer volteó en cuanto escuchó la voz de su pequeña.

¡Mi amor! Tenía muchas ganas de verte, ven y abraza a mamá — extendió sus brazos en dirección a T/N, quien no dudó ni un poco en correr a abrazarla.

T/N abrazó a su madre como si nunca lo hubiera hecho, apesar de que quería apretarla y aferrarse a ella sabía que no podía hacerlo para no lastimarla.

Te extrañé mucho, mamá...

— Yo también, mi niña, ¿cómo te va en Swellview? ¿encontraste a tu papá?

T/N asintió mirándola con una pequeña sonrisa, sacó su teléfono para mostrarle unas cosas una vez que se sentó a su lado.

Trabajo con él — Mencionó mostrándole una fotografía donde aparecían ella, Ray y Henry.

Su madre quedó boquiabierta al mirar la fotografía, estaba bastante orgullosa de ver lo que hacía su hija ahora.

Parece que no ha pasado el tiempo para tu padre, se ve igual que hace 15 años.

¿Tan mal? — cuestionó T/N entre risas, su madre únicamente le dió un leve golpe en el brazo

Se ve muy bien, y tú... no sé cómo describirlo, me siento tan orgullosa de tí... y me alivia muchísimo saber que estás usando tus poderes para algo así.

— Te dije que solo los utilizaría para cosas buenas, y lo hago, paré un tren en mi primera misión con Ray y Henry.

La mujer podía ver la emoción en los ojos de su hija, T/N no era alguien que demostrara sus emociones, pero sus ojos jamás mentian. Aunque no lo admitiera estaba disfrutando ser parte del equipo Danger.

Me alegra mucho que te guste estar con ellos, no sabes cuánto pedí al cielo que encontraras a tu papá y te llevaras bien con él, y por lo visto, ya hasta tienes un amigo allá.

Tres, de hecho, bueno, a dos de ellos no sé si puedo considerarlos amigos pero, me caen muy bien. Con Henry sí tengo una relación más cercana, incluso fuimos a un baile juntos

La señora sonrió, le alegraba ver qué su pequeña, apesar de todo, pudiera disfrutar un poco de su juventud.

Ambas pasaron un buen rato charlando, T/N por fin podía sentirse feliz después de varios días, se sentía aliviada al ver a su madre pero, aún había esa preocupación sobre su tratamiento.
Cuando la noche llegó, T/N volvió a Swellview únicamente porque su madre se lo había pedido para que descansara y al día siguiente podría ir a verla nuevamente.

En Swellview aún estaba la luz del día, cosa que le agradó a T/N, ya que aún quería ir a comprar algo para su madre.

» Tal vez pueda llevarle unas flores, le gustan los tulipanes, o galletas. « pensaba mientras caminaba por las calles del centro mirando las tiendas.

Había decidido comprar ambos, así que fue a una de las panaderías más conocidas en el pueblo y compró unas galletas de mantequilla.
» Las flores las compraré mañana. «

Después de comprar las galletas volvió a caminar por el centro hasta Basura y más. Cuando llegó, notó como la alarma en la tienda sonaba, le pareció muy extraño que nadie atendiera así que se apresuró a bajar al cuartel y ver la computadora.
Quedó boquiabierta al mirar el mensaje en las pantallas.

"¡Ayudanos!'

Captain Man's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora