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"¡T/N!"

T/N escuchaba a Henry y Ray llamándola; miraba a todos lados intentando averiguar donde estaban, sin embargo, todo a su alrededor era oscuridad. Se sentía desesperada y con miedo; seguía escuchando las voces de los chicos sin lograr distinguir algo. Comenzó a correr hacia donde según ella provenían las voces aunque parecía que no avanzaba ni un solo centímetro; paró en seco cuando una luz iluminó tenuemente hacia un lado; Ray y Henry estaban de pie justo ahí.

— ¡Chicos!

Al intentar acercarse sintió que algo la detenía, no podía mover su cuerpo en lo más mínimo, como si algo la hubiera sujetado con fuerza. Forcejeó cuando miró que detrás de Henry y Ray aparecía otro hombre apuntandoles con un arma. No podía distinguir su rostro, pero sentía escalofríos solo con su presencia.

— ¡Chicos! ¡Alenjense!

Sus gritos llenos de desesperación fueron totalmente ignorados. Aquel hombre la miró por unos segundos antes de que todo volviera a ser oscuridad. Una detonación se escuchó, y fue justo ahí cuando T/N pudo despertar de golpe y soltando un grito.
Respiró profundo varias veces intentando tranquilizarse al notar que todo había sido un sueño, se sobresaltó nuevamente cuando la puerta de su habitación fue abierta de golpe. Ray había escuchado su grito y rápidamente fue a ver que ocurría.

— ¿Qué pasó? ¿Estás bien? — cuestionó acercándose a la cama, se sorprendió un poco cuando T/N se levantó para abrazarlo con fuerza.

— Tuve un sueño horrible... Henry y tú estaban en peligro y no podía ayudarlos... — Habló con la voz un poco entrecortada, aún estaba asustada.

— Tranquila, solo fue un sueño... — Ray la abrazó poniendo su mano en su nuca para recargarla en su hombro. — Ven, vamos a desayunar.

Ray pasó una de sus manos por debajo de las piernas de T/N mientras que la otra la mantenia en su espalda para cargarla y sacarla así de su habitación; y después dejarla con cuidado en el sillón.

— Tú no has probado los manqueques, ¿verdad? — cuestionó el hombre recargandosé sobre el respaldo del sillón.

— ¿Qué cosa?

— Manqueques, son panqueques pero... diferentes.

— ¿Qué les pones para que sean diferentes?

— Es un secreto, cariño. — mencionó con una sonrisa mientras iba a la cocina — ¿Quieres ayudar o esperas a que los prepare?

T/N no lo pensó mucho y se levantó para acompañar al mayor a preparar todo. En cuestión de minutos ya estaban de nuevo en el sillón con la mesa llena de comida.

— Hay que comer antes de que llegue Henry o-

Ray no terminó de hablar cuando las puertas del elevador se abrieron y Henry salió de este casi corriendo.

— ¡Uy, huele a manqueques! —  rápidamente se acercó a la mesa para sentarse junto a ellos.

— Eso iba a pasar...

— ¿Pensaban comer manqueques sin mí? — cuestionó el rubio claramente ofendido.

— Siempre te los acabas.

— No es mi culpa; están muy buenos — sin perder más tiempo comenzó a comer, T/N imitó aquella acción.

Los tres desayunaron entre charla, donde T/N contó el sueño que había tenido aún un poco preocupada.
En algunas ocasiones, sus premoniciones aparecían en sus sueños, así que le asustaba pensar que se trataba de una premonición y no de una pesadilla apesar de que sus poderes habían desaparecido.

Captain Man's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora