36.

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— ¡Vete! —

T/N le azotó la puerta de su habitación en la cara Henry, estaba más que molesta. Tan solo unas horas atrás, los tres, acompañados de Charlotte y Jasper, habían estado en una misión: el vicealcalde Willard les dió la orden de atrapar al jefe de la mafia Rob Moss, por lo que se prepararon para hacerlo.

El lugar de los hechos sería la mansión Moss, en donde se festejaba la fiesta de 16 años de Moss. Para T/N, se estaba tornando bastante aburrido, ya que parecía que el jefe de la mafia no aparecería. Estaba a punto de ir a buscar a otro lugar cuando algo llamó su atención.

[...]

T/N soltó un suspiro, a diferencia de sus amigos, ella no estaba disfrutando del ambiente de la fiesta. Había revisado ya a varios de los hombres que podrían ser Rob Moss, y por supuesto, ninguno de ellos lo era.

— Qué molesto... — Volvió a suspirar levantándose de uno de los escalones en donde estaba sentada, dispuesta a irse del lugar.

Antes de marcharse buscó con la mirada a sus compañeros, a lo lejos vió a Charlotte y a Jasper, a unos metros de ella estaba Ray, y cuando miró hacia la barra vió lo que hizo que un nudo se formara en su garganta: Henry estaba bastante cómodo hablando con una chica.
Por lo general, no era celosa en lo absoluto, pero la forma en la que Henry estaba actuando con la chica definitivamente la hizo sentir mal.
Por unos segundos mantuvo su mirada sobre ellos, sintiéndose cada vez más herida; llevaba un año con Henry, conocía perfectamente su lenguaje corporal, conocía la forma en que él estaba mirado a la chica del vestido morado e incluso la forma en que le sonreía.

— Hey, T/N — la voz de Ray la llamó — ¿Qué te sucede?

— Yo... nada, no me pasa nada — Mintió, Ray notó aquello, y también notó que miraba hacia una dirección en específico, al mirar hacia el mismo lugar supo de que se trataba.

— Oh... Le está coqueteando, ¿cierto?...

— Eso creo...

— Iré a hablar con él. — Antes de que Ray pudiera irse T/N lo sujetó.

— ¡No no! Déjalo, más tarde lo haré yo.

— ¿Estás segura? — T/N asintió — Bien, si sigue así dime e iré a romperle la cara.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de la castaña. No era un secreto que no le agradaba que Ray se comportara de esa forma respecto a su relación con Henry pero, ahora lo sintió diferente; no sentía que quisiera golpearlo por sobreprotegerla, más bien, quería defenderla.

Los minutos siguieron pasando, T/N había decidido no irse, apesar de que se sentía bastante mal emocionalmente, estaba bastante segura de que Henry no estaba nada alerta respecto a la misión, así que ahora estaba en sus manos ayudar a Ray.

Y justo como lo pensó, los secuaces de Rob Moss atraparon a Ray. Rápidamente buscó un lugar para esconderse y transformarse, después corrió al pasaje secreto en donde tenían a Ray para sacarlo de eso.

— ¡Ding dong! — Gritó Danger entrando rápidamente para no llamar tanto la atención y luego miró a Ray atado encima de fuego — Woah, sí necesitas que te salve.

— De hecho, me iba a salvar solo.

— ¿Ah sí? bueno, entonces me voy. — expresó señalando la puerta.

— ¡Oye, no dije eso! ¡Si ya estás aquí ayúdame!

— Nah, mejor solo-

— ¡Alguien encarguese de esta niña! — Interrumpió Rob Moss dando la orden de que la atacaran.

Danger enseguida comenzó a contraatacar. Aunque ciertamente tenía una desventaja al pelear contra 6 personas sola, terminó dejando a todos totalmente fuera de combate.

— Listo... — Habló intentando recuperar el aliento — Tengo que ir a buscar a Rob Moss...

— ¿Quieres que te dé una mano? o mejor dicho... una mancuernilla...

T/N recordó lo que Schwoz había hecho con las mancuernillas de los trajes, por lo que se apresuró a desatar a Ray para que activara el electromagnetismo, en cuestión de segundos Rob Moss había atravesado la pared.

— Qué Schwoz no sepa qué sirvieron estas cosas...

— Claro que no — Respondió T/N — Tengo que volver a la fiesta y... buscar a Henry...

— Oye, enserio puedo golpearlo.

— No, Ray — Tomó uno de los chicles para transformarse nuevamente — Aprecio que me defiendas, pero es algo entre nosotros. — Palmeó el hombro del mayor antes de salir de aquel cuarto.

Miró hacia lo que había sido la pista de baile, muy pocas personas seguían ahí, entre ellas Henry aún charlando con la chica. T/N se limitó a mirar desde unos metros detrás de ellos, sentía una presión en el pecho, que solo empeoró cuando vió como la chica dejaba un beso en la mejilla del rubio. Cuando ella se fue pudo por fin cruzar miradas con Henry, avanzó un poco cruzandose de brazos.

— ¿Te divertiste en la fiesta? — cuestionó al estar frente a él.

— T/N, yo... te lo puedo explicar, te juro que no pasó nada, solo estaba platicando con Joss.

— Ahórrate tus palabras, Henry, no quiero escucharte... — Suspiró — No sé si me decepciona más haberte visto coqueteando con ella, y que dejaras que te diera un beso, o que ni siquiera nos ayudaste con la misión... — Sin decir más se alejó de él con la intensión de irse.

Durante el camino de regreso a la capicueva, el ambiente en el auto de Ray se sentía demasiado tenso; todos iban en completo silencio. Cuando llegaron a la tienda T/N fue la primera en entrar, detrás de ella iba Henry intentando alcanzarla para hablar.

— T/N, por favor escúchame.

— Te dije que no quiero hacerlo. — Respondió totalmente seria mientras subía las escaleras junto al engrane para ir a su habitación.

— ¿Cómo vamos a solucionar esto entonces? No puedes simplemente ignorarme.

— Claro que puedo, ahora solo vete y deja de insistir, ¿si? no quiero verte ahora.

— T/N, por favor — suplicó el rubio.

— ¡Vete! — Gritó azotando la puerta antes de cerrarla con seguro.

Las lágrimas brotaron de golpe, había estado soportando las ganas de llorar durante mucho rato, y ahora que estaba sola quería más que nunca desahogarse hasta más no poder.

Captain Man's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora