Spider-Punk El Spider-Man Anarquista

Hammerhead

—¿Cien mil dólares? —preguntó Spider-Punk mirando la mano del criminal—. ¿De verdad?

—Esa cantidad y más, solo di el precio que deseas para volverte parte de nuestra organización, nosotros somos la mejor opción, hemos controlado estas calles durante generaciones.

—Pero la competencia está ganando terreno, tal vez deberá irme con ellos —Spider-Man se burló para hacer tiempo y recuperarse del golpe en su pecho.

—¿Irás con Kingpin?

—¿Kingpin?

—Es la respuesta que nos dan sus secuaces cuando los hemos interrogado. Él es el jefe del mercenario con traje amarillo y guanteletes metálicos que te sepultó el otro día.

Spider-Punk hizo una mueca tras la máscara.

Ese tal Kingpin suena como un sucio capitalista militarista, si es el jefe de Shocker tiene recursos para crear más armamento y al parecer está tratando de fabricar en serie trajes como el de Buitre, es una gran amenaza para la ciudad.

—Vamos araña, tenemos el mismo enemigo, con nosotros la victoria es segura y obtendrás una buena vida —continuó Hammerhead.

—Si no los ayudo la guerrilla entre sus organizaciones seguirá y empeorará, ¿verdad?

—Exacto, lo mejor será que te nos unas, nosotros no tenemos armas tan destructivas, las calles estarán más seguras bajo nuestro dominio —Hammerhead lo miró, amplió su sonrisa y le acercó más la mano—. Y además recibirás miles de dólares cada mes. 

Spider-Punk se llevó una mano al mentón.

—Me tientas, me tientas... Pero no —realizó una patada y empujó a Hammerhead con el impacto—. Si los ayudo ustedes tendrían el monopolio del crimen organizado, y esas son dos cosas que detesto y quiero eliminar.

—Mala respuesta araña —gruñó Hammerhead—. ¿Acaso no quieres tener una buena vida? 

—Sí, pero no a costa de los demás.

Hammerhead apretó los dientes con fuerza y aceleró para embestirlo. Spider-Man esquivó la colisión al efectuar un salto, pero Hammerhead le agarró una pierna a medio brinco, lo estampó contra la calle y acto seguido descargó sobre él una serie de puñetazos violentos. Spider-Punk se defendió con los brazos.

—Haré que te arrepientas de tu respuesta —exclamó el criminal golpeando con sus nudilleras los brazos, el torso y los costados del enmascarado.

Spider-Man lanzó un puñetazo, acertó en la cabeza del criminal pero no le causó ningún daño. Hammerhead sonrió cruel y atacó más violento. Spider-Punk gruñó de dolor por cada golpe de las nudilleras, sus antebrazos punzaban con ardor y, aunque en menor medida, su torso y costados también estaban sufriendo castigo. Flexionó las piernas, las impulsó hacia el estómago del criminal y lo apartó lo suficiente para poder levantarse.

—Que mal que solo eres Hammerhead y no Estómago martillo —se burló y le disparó varias balas de telaraña.

Hammerhead alzó los brazos en una guardia de boxeador y se protegió, el golpe de cada proyectil era como un martillazo.Ten un poco de justicia poética. Pensó Spider-Man, apuntó hacia el abdomen del criminal y disparó tres, cinco, ocho balas de telaraña, todas acertaron. Hammrhead gruñó y cayó de rodillas, doblado de dolor. 

—Parece que tu estómago es tu punto débil —se burló Spider-Punk mientras se le acercaba—. No necesito unirme a ningún bando criminal, voy a eliminar todos pues han causado mucho daño la ciudad, la sumergen en una espiral descendente que empeora la vida de la gente común, por eso derrotaré la banda de Kingpin y la de ustedes. Es decir, ya estás postrado ante mí y supongo eres alguien importante de tu organización.

Estaba por capturarlo entre sus redes cuando su sentido arácnido zumbó. Hammerhead se levantó brioso. Pero gracias al sentido arácnido Spider-Man retrocedió un poco y no recibió el golpe de lleno, la cabeza del criminal solo le rozó la frente pero aun así le rasgó parte de la máscara y le provocó un fuerte dolor de cabeza. Se llevó las manos a las sienes pues sentía como si su cráneo fuera taladrado.

Hammerhead aprovechó el aturdimiento y conectó varios puñetazos en los costados del trepamuros. Spider-Punk sintió que sus costillas estaban por fracturarse, saltó para huir del ataque, pero estaba aturdido, se desorientó a miedo brinco y cayó de espaldas contra la calle. Trató de incorporarse, mas antes de estar de pie su sentido arácnido volvió a activarse y sin poder hacer nada fue embestido por Hammerhead y lanzado contra un coche, su cuerpo se incrustó en la carrocería.

—Retiro mi oferta —mencionó el criminal con una sonrisa cruel—. Veo que no eres lo suficiente fuerte para vencer a nuestros enemigos. 

Spider-Man soltó un quejido de agobio, liberó su cuerpo encajado en el vehículo pero por cada movimiento experimentó dolor en costados, espalda y extremidades. Hammerhead se preparó para realizar otro embestida. Spider-Punk seguía desorientado, el mundo le daba vueltas, a los pocos segundos su sentido arácnido zumbó, el criminal estaba por colisionar contra él. Arrojó varias telarañas al azar, algunas pegaron contra paredes y las utilizó para impulsarse hacia arriba y librar la embestida. El coche donde estaba antes se ladeó y cayó de costado por la el impacto de Hammerhead.

Spider-Man todavía se hallaba aturdido pero gracias a su telaraña llegó a un muro, subió poco a poco la pared hasta la azotea del edifico y se recostó en esta para descansar. Aguardó unos minutos, el dolor de su cabeza y el aturdimiento se esfumaron. Fue al borde del techo para buscar a Hammerhead pero este ya había huido.

Spider-Punk masculló frustrado, lanzó una telaraña y se columpió para buscar al criminal, estuvo más de una hora en esa labor sin tener éxito. Renunció ya que se estaba haciendo tarde, se dirigió a su hogar pero recordó al vagabundo y fue a dónde lo había hallado, pero no lo vio. Registró los alrededores por varios minutos sin resultado.

Había sido un día fatal, no había comprado nada para disculparse con sus amigos, su cuerpo estaba lacerado, el cabecilla de una organización criminal había escapado y ni siquiera pudo ayudar a un hombre sin hogar.