Hammerhead parte 2

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—También está aquí el enmascarado araña —dijo uno de los policías.

—No dejen que nadie escape —respondió otro—. Maténlos a todos.

Hammerhead y sus compañeros criminales corrieron a resguardarse tras las columnas que había en el banco. Cuatro policías fueron tras ellos, dos apuntaron sus armas de aspecto extraño hacia el trepamuros y dispararon municiones luminosas, como destellos del tamaño de un puño. Spider-Man saltó hacia una columna, rebotó hacia una pared y después a otra columna para que esos proyectiles no lo alcanzaran.

—Veo que no les quita el sueño cumplir órdenes de asesinato —criticó Spider-Punk.

—Los criminales son escoria que debe ser eliminada —contestó un policía sin dejar de disparar los proyectiles centelleantes.

—Deshumanizar a las personas para matarlas es uno de los pasos del fascismo y genocidio —agregó Spider-Man.

Se enfocó en uno de los policías que le disparaban, saltó, arrojó una telaraña hacia el arma de ese oficial, se la arrebató de un tirón, disparó otra telaraña al techo del banco, se columpió directo al policía y con el impulso adquirido lo pateó en el pecho y lo arrojó contra una pared.

Ese oficial quedó vencido después de estrellarse contra el muro, el otro disparó más descargas. Spider-Punk esquivó los disparos saltando sobre los escritorios que había, atrapó con su telaraña una silla, se la arrojó al policía y lo desarmó. Acto seguido se abalanzó contra él, le barrió los pies y lo envolvió en sus redes.

—¿Qué clase de pistola es esta? —recogió el arma de cuerpo voluminoso.

Su sentido arácnido se activó, realizó una pirueta a la izquierda y se salvó por poco de ser herido por cuatro municiones brillantes. Un tercer policía lo había atacado y arremetió con más disparos. Spider-Man se aproximó al oficial, su cuerpo se ladeó y agachó para eludir los proyectiles pero al acercarse más uno el alcanzó un hombro y sintió una descarga eléctrica que contrajo sus músculos.

Esta sensación la reconozco.

El oficial se le acercó y le disparó otra vez. Al estar a tan poca distancia Spider-Punk se defendió con sus brazos y recibió las descarga eléctrica en estos. Sus extremidades sufrieron temblores y quemaduras.

—Es la misma sensación —vociferó de forma iracunda—. Electro, sus disparos son iguales que los ataques de Electro. Espero que sus armas no sean producto de experimentos con él o voy a aplastarles la cabeza.

Trató de disparar sus telarañas pero el ataque eléctrico había descompuesto sus lanza-redes. El oficial disparó de nuevo. Spider-Man se inclinó a un lado, el disparo dio en su brazo derecho. Gruñó adolorido, saltó antes de que el policía volviera a disparar, aterrizó tras un escritorio, lo levantó y lo arrojó contra el uniformado. El oficial quedó tumbado de dolor. Spider-Punk dio un brinco para quedar sobre él y mirarlo a la cara.

—¡Responde! ¿Cómo hacen estas armas? ¿Han hecho experimentos con..? —hizo un esfuerzo para recordar cuál era el nombre real de Electro—. ¿Han hecho experimentos con Max Dillon?

—No lo sé —contestó el policía, toda su cara mostraba miedo—. Nosotros solo recibimos el nuevo equipo, no sabemos de donde proviene.

—Gobierno de m!#$%a —vociferó Spider-Punk.

—No me mates.

—No te mataré, lo que mereces es una paliza pero debo hacer otras cosas.

Colocó el escritorio sobre el policía, saltó hacia las armas de los que había vencido y destruyó una a una.

Spider-Punk El Spider-Man AnarquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora