Spider-Punk quedó sepultado bajo los escombros. Shocker y los demás criminales subieron a sus vehículos y se retiraron.
—Rápido —gritó un hombre—. Retiremos las piedras, hay que salvarlo.
—Si lo ayudamos podríamos meternos en problemas —dijo otro.
—Spider-Man es de los pocos que de verdad se preocupa por la gente y ayuda a la ciudad —contestó el primer hombre, ya frente a los escombros tratando de quitarlos—. Ahora él necesita nuestra ayuda.
Mucha más gente fue con él y entre todos movieron los trozos del edificio, poco a poco, cascajo tras cascajo.
—Ahí está.
Spider-Punk se hallaba inconsciente y con un brazo roto, la gente lo cargó con cuidado y lo apartó de los escombros.
—Vamos, reacciona.
Spider-Man se mantuvo inmóvil por más de un minuto, luego despertó, se reincorporó de forma brusca y gritó por las punzadas de dolor. Respiró agitado y miró a la gente a su alrededor.
—Hey, ¿a dónde se fueron los criminales?
—Espera, debes descansar, te hirieron mucho.
Spider-Punk notó su brazo fracturado, lo agarró con su otra mano, tensó la mandíbula, se lo acomodó con un preciso movimiento y exclamó un alarido. Tras la máscara su cara sudó de agobio, respiró con más agitación, luego fabricó un cabestrillo hecho de telaraña y se envolvió el brazo.
—Estaré bien, díganme a donde se fueron.
Las personas señalaron una dirección. Spider-Man corrió por la calle, trepó una pared, recogió su cámara, la guardó en un bolsillo de su casaca y después lanzó una telaraña.
Al columpiarse un dolor intenso surcó todo su cuerpo, aparte de su brazo seguramente algunas de sus costillas estaban rotas. Tosió con violencia, el dolor era insoportable, por eso se dirigió al tejado de un edificio y descansó varias horas en ese lugar.
Ya casi era de noche cuando decidió proseguir, el cabestrillo de telaraña se había deshecho, movió su brazo con cuidado, parecía que el hueso ya se había fijado pero seguía frágil.
Lanzó una telaraña, se columpió a un callejón cercano a su hogar, ocultó su traje, después fue a su edificio con paso lento, subió las escaleras con dolor, cruzó el pasillo y entró a su departamento.
—¿Qué te sucedió? —le preguntó Flint y le señaló la frente.
Hobie se miró en un espejo, no se había dado cuenta de que en la frente tenía sangre seca y una laceración ya cerrada.
—Una piedra me dio en la cabeza, por eso tarde en llegar, dolió poco —respondió con ligereza.
—Luce muy mal.
De pronto la puerta de su departamento se abrió y entraron Felicia y Michele.
—¿Por qué tardaste tanto en regresar? —gruñó la primera, lo miró y su rostro mostró más preocupación—. No puede ser, ¿quién te hizo eso?
—Iré por mi hermano —comentó Michele.
—No es necesario —dijo Hobie pero ella ya se había ido—. Calmen su angustia, estoy bien.
—No estás bien —lo encaró Felicia—. Tardaste mucho en regresar y tienes una herida grande en la cabeza.
—Pero ya cerró.
—¿Qué pasa? —preguntó Vin Gonzales al entrar tras Michele—. Eso se ve feo —le dijo a Hobie y lo examinó—. ¿Qué síntomas tienes? ¿Tienes dolor de cabeza? ¿Zumbido en el oído? ¿Náuseas? ¿Somnolencia? ¿Visión borrosa? ¿Desorientación?
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Spider-Punk El Spider-Man Anarquista
Fiksi PenggemarSpider-Punk lucha contra la tiranía del presidente Norman Osborn y el sistema inhumano en el que se encuentran todos.