Kraven el Cazador

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Spider-Man perdió la sensibilidad en su brazo derecho, por más que intentaba no podía mover nada del hombro a la punta de los dedos. 

Kraven acometió con su cuchillo de caza. Spider-Punk se balanceó de un lado a otro y eludió cada puñalada. Su brazo derecho permaneció paralizado como si fuera de piedra. Los navajazos de Kraven aumentaron de velocidad. Spider-Man desplazó su cuerpo además de ladearse, evitó ser alcanzado por el cuchillo y divisó una abertura entre los ataques. Respondió con un izquierdazo a la cara del cazador. Kraven lo esquivó y realizó un tajo que apuntaba al costado del trepamuros. Spider-Punk saltó hacia atrás y disparó redes con su mano izquierda. Kraven sacó un machete de su cinto, cortó las telarañas antes de que lo envolvieran, enseguida se abalanzó contra el trepamuros y efectuó una secuencia de mandobles. Spider-Man se vio obligado a replegarse hacia el sureste del parque o el machete cortaría su cuerpo.

Al retroceder siete metros su sentido arácnido zumbó. Entre unos arbustos a su izquierda una torreta oculta disparó una red de metal. Se hallaba demasiado cerca y el disparó fue vertiginoso, no pudo huir, fue envuelto por la malla, y esta empezó a comprimirse. Su piel estaba por ser perforada por los filamentos de acero. 

—Has caído en otra trampa —se burló Kraven con su acento peculiar y esbozó una sonrisa enorme—. Tienes poderes sobrehumanos pero sigues siendo un negro de intelecto inferior.

—Si alguien es de intelecto inferior son los racistas como tú que creen que la inteligencia depende la melanina en la piel —contestó Spider-Punk, metió los dedos de su mano izquierda entre los agujeros de la red y la rasgó. 

Hubo chispazos y un chirrido metálico. Sufrió algunos cortes en los dedos y la palma pero se vio libre. Kraven enseguida lanzó cuchillas venenosas de su chaleco. Spider-Man giró a un lado, dos cuchillas hirieron su pierna derecha, la primera un corte superficial, la segunda se clavó en su muslo. Se quitó la cuchilla pero ya había perdido la movilidad de esa extremidad. 

Kraven agrandó su sonrisa, se abalanzó y atacó con el cuchillo de caza en su mano izquierda y el machete en la derecha. Spider-Punk tenía solo las extremidades izquierdas funcionando, se le dificultó evadir las acometidas. Sufrió una puñalada en su hombro derecho y recibió un corte en el abdomen y otro en el pecho. Kraven soltó una carcajada y sus ojos se dilataron, parecía un drogadicto consumiendo su sustancia favorita mientras atacaba. Spider-Man esquivó un mandoble del machete, se apoyó sobre su mano izquierda, de una patada arrebató el cuchillo de la mano del cazador y lo lanzó al cielo. Se puso de pie y con la misma mano detuvo otro machetazo. Kraven empujó su arma, deseaba amputarlo. Spider-Punk dobló la hoja del machete entre sus dedos, la hizo inservible. Kraven rió de nuevo, soltó la empuñadura y lanzó puñetazos. Spider-Man eludió varios, detuvo uno al agarrar la muñeca del cazador y la utilizó de apoyo para patearle el costado aunque este le acertó un puñetazo en la cara.

Ambos se separaron y respiraron agitados. Kraven se palpó el golpe en sus costillas y escupió sangre pero se mantuvo en pie. Spider-Man no podía creer la resistencia de ese individuo.

—¿Cómo posees esas habilidades?

—Simple —explicó Kraven con su acento peculiar y sin dejar de sonreír—. Se debe a una hierba procedente de la última región colonizada de África: Wakanda. Los negros de ese lugar la utilizaban en un ritual para su guerrero protector, fueron unos idiotas por solo dársela a uno, los colonos la usaron de mejor forma en sus ejércitos. 

—Obtuviste tu poder despojando a una comunidad de sus recursos —murmuró Spider-Punk—. Tengo más ganas de romperte todos los huesos.

Kraven soltó una risa grave y sacó de su cinto un látigo con fibras de metal. 

Spider-Punk El Spider-Man AnarquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora