Máquina de Guerra

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El misil estalló a medio metro del trepamuros, la onda expansiva lo arrojó hacia atrás como si lo hubieran golpeado y el fuego agujereó su traje y le provocó quemaduras de primer grado en brazos, torso y cara. 

Spider-Punk se incorporó de un salto, su piel ardía en diferentes áreas y sus músculos estaban tensos, estaba seguro que iba a vivir otro infierno como había pasado con Electro.

—Eres hábil, villano —dijo Máquina de Guerra mientras se le acercaba—. Pero voy entregarte a las autoridades, ya sea en una pieza o en pedazos.

—Eso suena algo que diría un villano —dijo Spider-Man—. ¿Sabes quién otro quedaría con la etiqueta de villano? El bastardo de Kingpin quien está dejando sin hogar y trabajo a cientos de personas en la ciudad. ¡Encárgate de él!

—No sé quién sea pero no me contrataron para atraparlo.

—Sabía que solo eras el mercenario descerebrado de una compañía, ahora me lo has confirmado. 

—No soy un mercenario, soy un héroe, es lo que esta ciudad necesitaba ya que ha sido invadido por villanos como tú, Capitán Anarquía y la chica monstruo.

—¿La chica monstruo?

—Sí, esa mujer ha atacado a policías y fábricas de Industrias Stark.

—Entonces es una persona de bien —dijo Spider-Punk y pensó que tal vez sería quien lo ayudó a huir de la policía cuando quedó inconsciente luego de su pelea contra Agente Venom.

Después la buscaría, ahora debía enfrentarse al mercenario de porquería a pesar de tener heridas de bala y quemaduras por todo el cuerpo. Con su telaraña atrajo la defensa de un coche, saltó hacia el guerrero de la empresa armamentista, sostuvo el parachoques entre sus manos y descargó un porrazo.

—¿Crees que con eso vas a dañar la armadura de nuestra compañía? —se burló Máquina de Guerra.

Spider-Man lo ignoró, se movió alrededor y lo vapuleó en diferentes partes de la armadura. La defensa se abolló y acabó por quebrarse mientras la armadura de Máquina de Guerra seguía intacta.

—Nuestros mejores ingenieros fabricaron esta aleación, no hay forma de que puedas romperla —explicó el mercenario, apuntó hacia el trepamuros la metralleta que brotaba de su brazo derecho y disparó una ráfaga de proyectiles.

Spider-Man se desplazó dando vueltas por la calle, las balas pasaron cerca de él a punto de perforarle la piel, los músculos y los huesos. Saltó al techo de un local de comida, se movió en zizag sobre los techos de diferentes tiendas y llegó a una avenida debajo de un tramo elevado del metro. Máquina de Guerra encendió los propulsores de sus botas, voló tras el trepamuros y al tenerlo de nuevo a la vista reinició sus disparos. Spider-Punk saltó a una de las columnas que sostenían el puente del metro, corrió hacia arriba mientras la balas lo perseguían y agujeraban el pilar, saltó a una de las vigas transversales bajo el puente donde asustó a palomas y de esa viga saltó a otra y otra y otra. Máquina de Guerra se metió bajó el puente, por encima de las vigas, enfocó al trepamuros y prosiguió las descargas de la metralleta. 

Algunas balas rozaron y cortaron la piel del anarquista. Spider-Man se lanzó al suelo, arrojó telaraña a la base del puente, la tensó y provocó que su cuerpo se precipitara de regresó. Máquina de Guerra descendió para tenerlo de nuevo en mira. Spider-Man acometió una patada contra la cabeza del mercenario. Máquina de Guerra se tambaleó en el aire por el impacto, pero como había dicho, su armadura no sufrió daño alguno.

—¿Ya vas rendirte villano? —preguntó y disparó el arma que emergía de su brazo izquierdo, un rifle.

Spider-Punk, adherido al tramo elevado por debajo, se desplazó igual que una araña y evitó que las municiones lo hirieran, una casi le vuela la cabeza. Máquina de Guerra disparó las dos armas de sus brazos, el rifle y la metralleta. Spider-Man no podía evadir el sinfín de proyectiles, se dejó caer, al tocar la calle saltó para no ser atropellado por un vehículo que pasaba. Máquina de Guerra también descendió y no le importó que un coche se estrellara contra él. La parte frontal del vehículo se hizo chatarra y el conductor quedó inconsciente o muerto. A Máquina de Guerra eso le fue indiferente y continuó la ráfaga de disparos de sus armas.

Spider-Punk El Spider-Man AnarquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora