El Sol Negro //Kaleb x Lectora//

CAPITULO 26

- La zona del cuello deberá ser aseada todas las noches con mucho cuidado y tienes que desinfectarlo cada dos horas, ¿entendido?- recordaba Lily mientras escribía en una hoja de libreta.

- Si, ¿no hay más medicamentos a parte de estos?- Kaleb tenia a su lado una canasta de plástico con varios botes de pastillas y frascos.

- No, pero si el malestar de la garganta aumenta se agregará un jarabe especial- arrancó la hoja y se la extendió al chico-,¿hay dudas?

- Para nada- el agente tomó la hoja y la guardo en una de las bolsas de su pantalón.

-¡Ah!, se me olvidaba- exclamó la doctora abriendo un cajón-, si es que en algún momento tienen relaciones íntimas lo mejor es que...

-¡Bueno muchas gracias!- el joven tomó la canasta con los medicamentos y se paró de su lugar.

Antes de que se fuera la mujer le extendió una hoja de bloc, él la tomó sin leerla y se despidió de ella bastante apenado.

Camino por los pasillos que llegaban a las habitaciones de los agentes, le habían dado la autorización a ___ de que saliera de la enfermería y Kaleb se ofreció a ayudarla en todo lo necesario por lo que su participación como agente se había suspendido hasta que su amada tuviera la suficiente salud como para empezar a operar.

Llego frente a la puerta de su cuarto, toco un par de veces y recibió una afirmativa, en la cama se encontraba la chica recostada con una libreta en las piernas, Kaleb suspiró, dejó la canasta de medicamentos en la mesa de noche y se sentó a su lado en la cama, miró los garabatos de la libreta, en ella estaba escrita la profecía del eclipse rojo con varias interpretaciones, esto le entristeció al chico, "¿Por qué no descansas?".

-¿Tienes hambre?- pregunto él.

- No- ___ bostezo y se recostó un poco más en su almohada.

- Pero no has comido desde ayer en la tarde- tomó su mano, la cual se dirigía al lapicero-, vamos, déjame traerte al menos una sopa.

- Pero enserio no tengo hambre- insistió la joven.

-¿Al menos tienes sueño?- Kaleb estaba realmente preocupado.

Ella negó con la cabeza y bostezó, la verdad es que no había dormido desde la noche anterior y las ojeras lo denotaban, era realmente difícil tratar con ella cuando se ponía así de testaruda, aunque el chico no iba a negarlo eso le encantaba de ella pero en esa situación no era lo más recomendable.

Aún y con las dificultades del temperamento de ___, Kaleb sabia que molestarla era la mejor manera de que dejara a un lado todas sus terquedades.

- Sabias que me encanta tu cabello- empezó a decir mientras tomaba un mechón de cabello y jugueteaba con el.

El color rojo inundó las mejillas de la chica, claro que su pareja era tierna, pero las muestras de afecto normalmente las daba ella, recibirlas por parte del joven era algo raro.

- También me gusta la forma de tu cara- acarició sus mejillas y barbilla.

"No te distraigas, sabes que lo hace a propósito ", sabia que esa era la manera en la que Kaleb la "chantajeaba", pero en lo que estaba trabajando era demasiado importante, no podía caer en sus mañas.

- Y tus labios- hizo que volteara a verlo con delicadeza y pasó su pulgar por sus labios-, ¿alguna vez te dije lo mucho que amo tus ojos?

"Dios mío, es tan...¡Concentrate!", ___ apartó la cabeza con cuidado y volvió a su libreta, pero se había perdido en lo que estaba haciendo.

El chico le tomó la mano con la que escribía y empezó a besarla.

- Amo cada parte de ti, ¿lo sabes?- murmuró entre besos.

- Ya basta- ___ apartó su mano de los labios de Kaleb, apenada-, me haces cosquillas.

El joven río un poco.

-¿Ya tienes hambre?

- No

-¿Sueño?

Recibió como respuesta que ___ se acomodada en su pecho, escuchando los tranquilos latidos del corazón de su pareja que eran como un arrullo para el alma, los brazos de él la rodearon con delicadeza y sus manos le acariciaban la cabeza.

- Me tendré que levantar después, ¿lo sabes?- murmuró el chico para no espantar el sueño.

- Solo debes cuidarme, ¿lo sabes?- dijo ella ya agotada, ese olor a chocolate con leche era como su somnífero.

Kaleb rio un poco y empezó a tararear la canción de cuna que su madre les cantaba de niños.

El tarareo junto a los latidos hipnotizaban a la ya exhausta ___, odiaba sentirse como una carga, como un problema para todos, su pareja había luchado por defenderla a capa y espada logrando que PB lograra aceptarla, sin contar que ya no se sentía como antes, que ahora a ella misma se le hacía desconocido su cuerpo, pero en ese momento era como si todo eso no importara, como si la compañía de Kaleb minimizara todo y solo existieran ellos dos.

Poco a poco empezó a cerrar los ojos y se quedó dormida, los pequeños ronquidos y la humedad de su ropa le anunciaron al agente que la chica se había dormido, "Al fin".

Escucho el sonido del tintinear de las notificaciones de WhatsApp, tomo el celular de la mesita, con cuidado de no despertar a la joven y abrió el chat:

Tavo🎸:
¿Como esta ___?

El chico le tomó una foto y se la mandó para que viera que estaba dormida.

Kaleb📖:
📷Foto
Acaba de quedarse dormida.

Tavo🎸:
Más te vale no hacerle nada, me entendiste enano?

Kaleb📖:
Claro que sí señor.
💟Sticker

"Es más sobreprotector que Daniel", los ronquidos aumentaron un poco y enternecio al chico, disfrutaba verla dormir, tan tranquila, relajada, en paz, era todo lo que soñó.

Mientras acariciaba su cabello y acomodaba su cuello para que no se  lastimara más, empezó a imaginarse distintos escenarios junto a ___, ¿cómo hubiera sido si se hubieran conocido en la niñez?, estaba segura de que William, ella y el habrían sido prácticamente inseparables, causando travesuras en donde sea, en secundaria estarían más juntos, ella corrigiendolo en las exposiciones, ayudándole con proyectos y ellos ayudándola en educación física, y cuando estuvieran en bachillerato probablemente hubieran comenzado a salir, viviendo felices he ignorantes a todo.

Pero aún y con toda la locura que era su amor por ella en medio de lo que parecía volverse un mundo post apocalíptico, le parecía que su historia no podía ser más perfecta.

Poco a poco el también fue quedándose dormido, arrullado por ___.