CAPITULO 34

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Emiliano había entrado al edificio de la escuela de danza donde ocurrió el asesinato de Alexis y los demás, lo habían clausurado desde el incidente y por obvias razones jamás volverían a abrirlo, nadie bailaria en un lugar donde mataron a más de 40 personas.

Pero por alguna razón ese dia la nostalgia había inundado al joven y quiso entrar, no había sido difícil, abrir candados era un talento que se tenía muy guardadito (solo lo sabía su hermano y ___), así que no necesito ni cinco minutos para entrar por la puerta de atrás, aquella que usaba siempre que se le hacía tarde ya que no estaba a la vista y pegaba a un muro sin ventanas ni cámaras, camino por los pasillos, había marcos rotos y cristales por todos lados, incluso un par de hoyos en las paredes de concreto, "Es como si Hulk hubiera entrado aqui", además ahora había pestes a cada paso, apenas andaba unos 3 minutos en el lugar y ya se había topado con dos ratas.

Las arañas abundaban al igual que las lagartijas y escorpiones, Emiliano daba gracias a Dios por no ser entomofobico.

Llego al pasillo donde estaba la puerta de "DANZA FOLKLÓRICA", suspiró con nostalgia y al tratar de abrir la puerta esta se fue hacia abajo con todo y marcó, "El profesor Gutiérrez me mataria, menos mal que está muerto...te pasaste Emiliano".

Entro con cautela y suspiro al ver su salón destruido y reducido a la sombra trágica de su anterior luz, recordaba ese como un lugar de risas, donde todos hablaban cordialmente y eran amigos, donde el, a pesar de no tener talento para el baile lo intentaba todos los días porque le parecía divertido, ahora era solo un recuerdo de una tragedia que nadie pudo evitar.

"Nadie bailaría en un lugar donde mataron a 40 personas...por la anécdota Emiliano, solo el último baile", se movió hasta su lugar en la posición que le correspondía, quiso ponerse un reto, recrear un paso que jamás le había salido, el cruzado de una polka en el que siempre caía o tiraba a ___, cruzó un par de veces los pies, luego dio un pequeño salto y marco con el otro, pero se resbaló con un escombro y terminó cayendo a las baldosas frente al espejo.

Se sobo un poco el brazo, quejándose por el golpe, pero el dolor pareció esfumarse cuando notó que las baldosas brillaban en un color azul, escuchó el ruido del metal abriéndose y miró en dirección al espejo, quedó boquiabierto cuando vio el cristal partirse en dos, revelando una puerta metálica con un extraño logo grabado, un círculo con las letras Pe y Be demasiado garigoleadas, rodeadas por un pentagrama musical sin notas en el.

De un costado salió un escáner y con un tipo de luz láser en cuadrículas de color rojo recorrió toda la habitación, reparando en la chaqueta de cuero que Emiliano le había robado a Alexis hacia un par de años, cuando terminó de examinarlo a él se volvieron de color verde y la puerta se abrió, dejando ver una larga escalera de concreto que bajaba al subsuelo.

"Seria incorrecto bajar...quien tenga miedo a nacer que no nazca Emiliano"

Bajo las escaleras y conforme lo hacia se prendían y apagaban luces incrustadas en las paredes, controladas por un sistema de sensores de movimiento, ese lugar era increíble y a diferencia del resto del edificio parecía estar en perfecto estado.

Llego al final de las escaleras y encontró una una puerta de metal con una cerradura, pero no hubo necesidad de buscar la llave, esta estaba tirada frente a la puerta, era algo contrastante con la puerta ya que está era de color dorado y era un poco más grande que su mano, la introdujo en la cerradura y abrió la puerta.

-¿Que es esto?- exclamo al ver el interior.

Dentro había miles de computadoras reutilizadas , estantes de metal con cajas de madera y cartón, muebles con cajones y libreros llenos de libros y enciclopedias de volúmenes exorbitantes, "Ni el Quijote es tan grande".

El Sol Negro //Kaleb x Lectora//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora