CAPITULO 23

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El sonido de un monitor cardíaco le despertó, abrió los ojos lentamente mientras se quejaba de la luz blanca del lugar, lo primero que vio fue su mano, posada sobre su estómago con un par de vias intravenosas puestas, sobre su codo podía distinguirse la manga de una bata de hospital, pronto también se dio cuenta de que tenía una mascarilla que le ayudaba a respirar correctamente, se sentó de a poco en la vieja camilla que rechinó con su movimiento, empezó a volver a quedarse dormida pero trató de espantar el sueño viendo a su al rededor, encontró una pequeña mesita de noche al lado de su camilla, en esta, había un tarro de barro sin pintar en donde habían puesto unas ocho o nueve rosas de papel, en la parte inferior del tarrito había lo que parecía un montón de cartas, "¿Donde estoy?¿Que pasó?", su mente estaba confusa y divagaba.

Tomo las cartas y tomo la de hasta arriba, pero antes de que pudiera empezar a leerla alguien la llamo:

- Buen día bella durmiente.

Miro al frente y se encontro con un hombre de rizos chocolate viéndola,  ella se encogió en la camilla, como queriendo apartarse de el, pero solo hizo que ella terminara mareada por el movimiento, "¿Que me está pasando?".

- Es lo que pasa cuando vuelves a tener un cuerpo físico después de tanto tiempo- se acercó a la camilla despacio-, soy Sei por cierto.

-¡¿Dei?!- exclamó, dándose cuenta de que su lengua estaba entumecida y no podía hablar bien.

El hombre se río un poco y asintió.

- Sip, lo lograste ___, lograste liberarte de Black Hat.

Fue entonces que la joven recordó un poco el cómo había logrado encontrar el pétalo, sonrió  para sí, era bueno no estar más bajo control de esa cosa, trató de asentir pero un horrible dolor en el cuello se lo impidió y provocó que saliera un quejido de su boca, Sei le puso una mano en el hombro.

- Es mejor que no hagas movimientos bruscos, digamos que tu cuerpo no está...en las mejores condiciones.

- Edta fien- ___ ni siquiera sabía si alguien le entendería hablando así.

Empezó a toser un poco y su amigo le quitó la máscara para que lo hiciera a gusto, una vez se calmó, ___ empezó a sentir como le faltaba el aire y volvió a ponérsela, ¿estaba tan mal que ni siquiera podía respirar por su cuenta?

Empezaron a escucharse pasos lentos por el pasillo, Sei tomó la mano de su amiga en señal de que todo estaría bien, pero realmente la joven no sabia para que lo hacía, fue entonces que Kaleb entró al pequeño cuarto, con una rosa de papel en la mano, pero cuando vio a la chica sentada en la cama y despierta las lágrimas le empezaron a brotar de los ojos.

- ___ - murmuró.

- Calef- le respondió ella también con lágrimas en los ojos.

El chico sonrió entre llanto y por poco se abalanza a lanzarse a su lado, pero Sei se lo impidió interponiendo su brazo entre el y la cama, "No seas tan imprudente niño".

- Lo siento- se disculpó y rodeó la cama para estar al lado de su querida-, estas bien, estas aquí ___.

La chica soltó la mano de Sei y le acarició la mejilla a Kaleb, era cierto, ahora estaba ahí con el, todo iría mejor ahora que estaba a su lado.

- Di, edtoy acli- dijo con esfuerzo.

El agente se río un poco por la forma en la que ___ hablaba, tomo la mano de la mujer y le dio un pequeño beso en el dorso de esta, Sei tosió un poco, no tenia problemas con las muestras de afecto, lo tenia con las que daba Kaleb, ambos voltearon a verlo y mientras el joven se veía claramente avergonzado, la chica lo miraba amenazante, molesta con él.

Sei comprendió que lo que ___ quería era que la dejara sola con su pareja, por lo que se levantó y se fue sin decir nada, no lo entendía, ella sabía que la había vendido, ¿por qué aún lo seguía amando tanto?

En cuanto se fue, la chica abrazó a Kaleb por el cuello, acercandolo a ella, no le importó el mareo producido por ello,  lo único que quería era estar entre los brazos de ese hombre, el agente le devolvió el abrazo, acariciando su cabello y cuidando de no tocar el magullado cuello de la joven.

- Te extrañé mucho, ___

- Yo tamfien.

El chico se apartó, tenía miedo de que cualquier movimiento suyo le provocara dolor a su amada, se sentó a la orilla de la cama y solo tomó su mano, nunca la había visto así; tan cansada, herida, dócil y sobretodo derrotada parcialmente, le recordaba a la foto del hospital, acompañada de sus tíos y fingiendo su sonrisa, pero en ese momento su sonrisa era auténtica, eso lo consolaba un poco.

-¿Donde edtamos?- pregunto la chica, empezaba a desentumir la lengua.

- Claro, se me olvidó decirte, perdón ya sabes que soy medio idiota.

-¿Medio?

- Tampoco se trata de regañarme - ambos rieron  un poco-, bueno, bienvenida al centro de investigación y laboratorios de Podemos Bailar.

La boca de la chica se abrió un poco y lo miró con incredulidad, el sonido en el monitor cardíaco se acelero y Kaleb sonrio orgulloso.

Tocaron un poco en uno de los barrotes de metal de las cortinas.

- Pase- dijo Kaleb.

Entro una mujer de unos 30 años con bata blanca que la saludó con animosidad, ___ devolvió el saludo y le sonrió.

- Necesito hacerle unas pruebas y comprobar sus reflejos Kaleb- dijo la enfermera-, German te está buscando, deberías ir a verlo.

- Iré después de asegurarme de que este bien- respondio él.

- No te preocupes Kaleb, estaré bien, tu debes hacer tus deberes- ___ no quería volverse una carga para el chico.

- Vaya, ella es más responsable que tu- bromeo la mujer-, te prometo que te diré si encuentro alguna anomalía, por ahora es importante que vayas con German.

El joven suspiró y miró a su pareja, ella le hizo un gesto afirmativo con la mano, el chico se le acercó y le dio un beso en la frente mientras le acariciaba las puntas de su cabello, se apartó y le dijo:

- Volveré en la noche- dejo la rosa de origami en el tarro de barro-, cuídate mucho ___.

Dicho esto salio del pequeño espacio, la enfermera sonrió con ternura y empezó a sacar varios materiales de una gaveta.

- Son muy lindos- menciono la adulta-, hacia mucho no veía a una pareja por aquí.

- Di, no don muy confiandudos, ¿verdad?

- Tu lengua ya está más desentumida, abre la boca- dijo evitando el tema.

La chica hizo lo que le ordenaron y abrió la boca después de quitarse la mascarilla, la mujer lo revisó con mucho cuidado y después de hacerlo le puso de nuevo la mascarilla.

- Muy bien, ahora veamos ese cuello- se puso un par de guantes de latex-, puede doler así que trataré de hacerlo con cuidado, ¿okay?

- Si.

Le quitaron la venda del cuello con cuidado y sintió un ardor inmediato, ___ dejó escapar un quejido ahogado. La enfermera tomó con delicadeza el cuello, empezaba a cicatrizar más rápido y eso era lo mejor en ese caso.

-¿Puedo...ver como edta?- pregunto curiosa.

- Claro- la mujer se se quito los guantes y los tiró al bote de la basura, después tomó un espejo pequeño-, mira.

Sintio un extraño temblor en el cuerpo cuando vio el estado de su cuello, estaba rojo, con raspones y llagas con pus, también podía ver moretones enormes y pequeñas heridas al rededor de toda la piel que aún sangraban un poco.

Si así estaba el cuello, no quería saber como estaría el resto de su cuerpo.


El Sol Negro //Kaleb x Lectora//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora