El Sol Negro //Kaleb x Lectora//

CAPITULO 1

El reloj dio las 10 de la noche, Kaleb suspiró y se alejó de la mesa de trabajo donde tenía varios folders con archivos y documentos, se levantó de la silla y apagó la luz de la última fila de la pequeña oficina clandestina que era la sección de lógica del departamento de Investigación.

Bostezo con cansancio mientras se tallaba los ojos,  hacia unos 4 meses habían vuelto a su dimensión, al primer momento de haber atravesado el portal, al agente le llegaron sus recuerdos perdidos como si se trataran de un rayo, Nango, los Huachis, el Capitán Fuego y el intercambio que había hecho con su alma a cambio de la libertad de el reino, lo que no se explicaba era por qué si se suponía que su alma quedaría presa en el libro  había logrado salir y volver a su dimensión, era extraño pero no se lo cuestionaba mucho, la preocupación no le dejaba pensar correctamente.

Y es que desde el primer día en el que volvió intento comunicarse con ___, cosa que no había logrado, su mensaje nunca llegó a su celular y a pesar de que también intentó que Tavo y Daniel le respondiesen tampoco lo hacían, 4 meses enteros de no saber nada de ella, cualquier cosa pudo haber pasado y el ni en cuenta, tratando de darle sentido a frases desencriptadas que tenían que ver con Black Hat.

Era como una tortura, entró a su habitación, pequeña con solo lo esencial, se bañó, se cambió y tomó el celular oculto en el  agujero del colchón. Empezó a hablar con Sam:

Kaleb📖:
Estas despierta?

Tardo unos minutos en responder:

Sam🤙:
Si
No entiendo como aguantas estos entrenamientos.

El joven soltó una risita, cuando se reportaron a una de las centrales de PB, decidieron que Sam y Jeremy irían a un lugar más seguro en donde serían entrenados para al menos defenderse, Aghata se quedaría con el por lo que ambos jóvenes escondieron sus celulares para evitar que se los quitaran y seguir estando comunicados.

Kaleb📖:
Algun avance con ___?

Sam🤙:
No, tampoco contestan mis mensajes.

Kaleb📖:
Y con la búsqueda de los Huachis?

Sam🤙:
Tampoco hay avance.

El joven bufo frustrado, se moría de la incertidumbre y pronto también del estrés, Magician estaba presionandolos a que encontraran el significado de la profecía lo más rápido posible, al parecer Cooper le había dado razones por las que debían apresurarse y ellos así lo estaban intentando, aunque no era fácil.

Kaleb📖:
Gracias por tu ayuda Sam.

Sam🤙:
Kaleb.
___ estará bien, es fuerte y puede con todo.

Kaleb📖:
Pero no con ese monstruo, y si la capturo?
Y si le hicieron algo?
Que pasa si no está bien?

Sam🤙:
No pienses en negativo, solo atraes malas cosas.

Kaleb📖:
Es realmente difícil pensar en positivo Sam.
La última vez estaba asustada.
Y si la estaba persiguiendo?

Sam🤙:
Tranquilo Kaleb.
No seas paranoico ya te pareces a Daniel.

Kaleb📖:
Tienes razón, debo calmarme.

Sam🤙:
Hasta mañana enano.

Kaleb📖:
Hasta mañana loca.

Salio de WhatsApp y abrió la galería, en ella tenía guardadas varias fotos de el con su novia, cuando fueron por un helado junto con Alexis, cuando fue el cumpleaños de él, esa noche en la discoteca, las múltiples fotos que Kaleb le había tomado a ___ mientras dormía, siempre con la boca abierta y ese hilo de saliva cayéndole de la comisura del labio, esos labios que tanto amaba y extrañaba, se recostó en la cama viendo las imágenes, recuerdos congelados, quería formar más, unos recuerdos nuevos con la mujer que amaba pero, probablemente eso no sería posible.

Kaleb quería volver a esa dimensión, si algo le había pasado a ___ nunca se lo perdonaría, quizás si el se hubiera quedado, si no se hubiera dejado caer al portal, ahora estaría ahí, junto a ella en la mesa de la cocina ayudándole a hacer la cena para cuando la señorita Amanda regresara, escaparse en la noche a su habitación para hablar un rato y el quedar recostado sobre su pecho para dormir, una vida simple, una vida normal, donde podía confiar en la gente a su al rededor, pero ahora volvía a estar regido por la misma estupida regla que lo había hecho infeliz tanto tiempo, "Nunca confíes en nadie, maldicion".

Destendio la cama y se metió entre las cobijas para acomodarse y dormir un poco, mañana se tendría que levantar muy temprano a seguir con su misión.

Tomo una de las dos almohadas que tenía y la abrazó, tal y como lo había hecho esos últimos meses, tratando de sustituir el calor del cuerpo de ___ con ello, pero claramente no se le comparaba.

Poco a poco y entre fantasías de reencontrarse con su amada se fue durmiendo en la solitaria habitación.

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Era 8 de Marzo, día de la mujer, día donde los estudiantes llevaban distintivos en color violeta que apoyaba a conmemorar el día tan desafortunado que fue aquel.

Pero también era motivo de marcha y protesta por feministas, aquellas que llevaban carteles con mensajes escritos en ellos, aludiendo a sus desigualdades, feminicidios y desapariciones de mujeres inocentes que habían perdido la vida o la oportunidad de vivirla con salud.

Tavo no quería ni prender el televisor, era Domingo y estaba agotado, tumbado en el sillon de la sala, Daniel se le acercó, el también estaba angustiado, pero mantenía esperanza, en cambio su pareja se había resignado y deprimido, ya no cantaba escandalosamente todos los días de limpieza, ni tenían su Sábado de películas por la noche, nada le emocionaba y era raro viniendo de él.

Se sentó a su lado y le abrazó, este devolvió el gesto pero a diferencia de otras veces, no lloro, se había quedado seco de tantas noches en vela esperando una llamada, un mensaje, un algo, una señal que jamás había llegado, Daniel si lloró, había sido como su hija, verla salir del caparazón y buscar sus propias ambiciones, escapar del molde, recuperar la sonrisa, todo eso que ahora estaba desaparecido.

Tanto les había dolido la pérdida que se desconectaron de todo, solo iban al trabajo y a buscarla, esculcar en el ministerio y las calles con la esperanza de encontrarla.

En las calles de los centros de México se leían las pancartas de las protestantes, en ellas, resaltaba un nombre, una desaparición misteriosa, raptada en su propia casa y desaparecida en Veracruz.

Devuélvan a ___.

Era una frase recurrente en esas cartulinas.