El Sol Negro //Kaleb x Lectora//

CAPITULO 42

Sei salió de su portal y quedó asqueado por lo que vio, reunidos en un círculo de sangre humana con un pentagrama en forma de sombrero estaban los elegidos por Black Hat, aquellos que desde sus primeros pasos estuvieron destinados a servir a aquel ente de oscuridad y maldad, la carcasa de Aldo Maldonado, aquella adolescente que había tratado de salvar del suicidio en vano, recordaba su nombre aún, Miranda, aquel al que llamaban Alan, estaba también Flug y Cecilia, entre ellos también estaba el cadáver resusitado de Cooper, el hombre río para si, "¿Que se siente que una mocosa pueda evitarte tan fácilmente?", era por eso que admiraba a ___, a pesar de ser una de las elegidas de ese monstruo su testarudez la había inclinado a romper las cadenas que la unían a él y desafiarlo, más encima ganarle, Dios era una niña muy astuta.

Bajo del candelabro donde estaba parado en máximo silencio, mientras descendía, distinguió una piel blanca desollada, en su cuero cabelludo aún se distinguían restos de cabello naranja y en las órbitas de los ojos se veía un maquillaje negro manchado se sangre seca, Sei lo miró asqueado, el termino del sacrificio humano le era desagradable.

Llego al suelo y se escondió detrás de un pilar que sostenía el techo de la bóveda subterránea, aún no era el momento de intervenir, la noche había llegado a los huertos pero no llegaba aún el punto más alto del ritual, aquel que había dejado traumatizado al doctor Flug, "Solo es cuestión de tiempo".

Su rivalidad con ese ser había iniciado hacia varios siglos, cuando la iglesia aún era intolerante y Galileo aún miraba las estrellas, el era un joven excepcional entre todos sus compañeros, pertenecía a una sociedad secreta y perseguida, los Illuminati, el ocupaba un alto puesto entre ellos y era conocedor de todos sus secretos, sus padres eran empedernidos católicos y por poco lo mataban al enterarse de que su hijo era un hombre de la ciencia, o bueno, lo que en ese tiempo pensaba que era ciencia, una noche, mientras miraba la luna, en uno de esos momentos en los cuales se olvidaba de los secretos que conocía del mundo entero, vio como la luna se hundía en un color carmín radiante y notó como las nubes se unían para formar la silueta de un hombre con sombrero de copa.

Fue entonces que a su lado apareció un tal Lord Hatville, gran erudito que le prometió a la hermandad Illuminati darles todas las respuestas del universo, la mayoría (incluido el) lo siguieron como un rebaño de ovejas a su pastor, mientras otros abandonaron la organizacion por la mala vibra que les daba el nuevo integrante, durante ese tiempo Sei aprendió sobre las dimensiones, el espacio y los dioses, no aquellos con rostro y un cielo prometedor, si no aquellos de luz y marcados por la sabiduría después de la muerte, pero ese hombre se las ofrecía en vida, las respuestas a la vida y el universo, fue entonces que gracias a él aprendió a hacer sus portales intertempodimensionales, se hizo su seguidor más ferviente y estuvo a nada de ensombrerarse cuando lo vio, el mismo ritual que estaba observando en ese momento, aquel que traería la desgracia del Sol Negro a la existencia, lo paró prematuramente y lo único que provocó fue ese monstruo lo persiguiera por el resto de su existencia.

Arrepentido y desesperado pidió refugio a uno de sus antiguos hermanos y el lo llevó a un refugio ancestral, uno en el que luchaban para terminar con ese demonio, aquel que estaba repleto de artistas de diversas ramas, esos que los unía un mismo arte, el arte de bailar, lo acogieron y protegieron hasta que Sei hizo lo más estupido que pudo hacer en la vida, apostar su alma para liberar la de Miranda, una adolescente que conoció en uno de sus tantos viajes por los huertos esféricos. Ella era talentosa, sonriente y amigable, pero todo cambió cuando su padre inició en el vicio de las apuestas, ella empezó a trabajar, mantener la casa y a veces hasta prostituirse para sacar el pan del día, notó que ella estaba marcada para ser elegida por el ser de oscuridad, a Sei le conmovió tanto que le dijo a Black Hat que si el lograba descifrar la profecía de su regreso entonces la dejaría ir, si no, lo tomaría a él como rehén.