CAPITULO 2

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El doctor Flug había sido llamado a la oficina de su jefe, fue interrumpido por Demencia en la biblioteca, con varios libros de astrología y leyendas antiguas.

- Oye nerd, mi corazón cruel quiere que vayas a su oficina- le había dicho sostenida desde el techo de la sala.

-¿Y te mando a ti para decírmelo?- estaba incrédulo, si no le gritaba lo transportaba de formas dolorosas, no era normal ese comportamiento.

- No lo sé, últimamente a estado de buen humor, ¡debe ser por el regalo que le hice!- estaba muy contenta y alegre.

Antes de que el doctor le preguntara exactamente qué le había regalado a su amo, Demencia se fue por un hoyo que habia hecho en la pared al lado de un librero, no sabía que podía esperarle dentro de ese lugar pero fuera lo que fuera, no sería tan grave o urgente si Black Hat se había tomado la molesta de que el solo fuese hasta allá, por lo que se llevó consigo el viejo y magullado ejemplar de leyendas y profecías antiguas que encontró oculto en un rincón de la biblioteca.

Al llegar a la gran puerta que daba al despacho de su jefe, Flug le dio el libro a un HatBot de por ahí con órdenes de llevarlo a su laboratorio, tocó la puerta y está se abrió sola, su amo estaba sentado en su silla, con una gran sonrisa de oreja a oreja, en una de sus manos podía verse como jugaba con lo que parecía ser una correa de perro, "Tal vez sea de su de desayuno " supuso el científico.

Avanzo por la habitación extrañamente tranquilo, como si por primera vez no le tuviera miedo a su jefe, una vez en frente del escritorio, habló:

- Demencia dijo que me buscaba Jefesito, ¿ocurre algo malo?

El demonio sonrió un poco más y un ciempiés salió de la comisura de su boca haciendo temblar un poco al doctor, "Esta demasiado contento".

- De hecho doctor, le tengo una sorpresa que le gustará.

Tomo una campana de oro y la hizo sonar un par de veces, Flug estaba confundido, no sabía a qué se refería y sinceramente no tenía ganas de estar allí, preferiría volver a la biblioteca y volver a su investigación.

- Me he enterado de que tiene una amiga, Kenning- hablo el ser.

Sus palabras hicieron estremecer el cuerpo de Flug, le habló por su nombre, nunca antes lo había hecho, su pánico aumentó cuando levantó una hoja de su diario personal que tenía la última platica con ___, donde empezaba el tema del Sol Negro, ahora volvía a tener el mismo miedo de siempre o incluso más, no podía sostenerse en sus piernas, "Voy a morir... me cortará la cabeza y usara mi cráneo como copa de vino", el ser de oscuridad se río a carcajadas de el, el científico quería llorar del miedo, pero unos pasos andando por el suelo de la oficina le distrajo.

- Como veo que se llevan tan bien, decidí traerla para que convivieran más.

El doctor volteó y la sangre se le heló cuando vio una figura femenina entallada en un traje negro con el saco abierto y camisa blanca que le quedaba olgada, la corbata negra bien puesta y en su cuello una gargantilla de cuero negro con una cadena pequeña colgándole, su rostro era cubierto de la frente a la nariz por una máscara blanca con ojos pintados de negro, sobre su cabeza había un bombín y sus manos eran cubiertas por guantes blancos,la joven caminó hasta en escritorio y una vez estando al lado del científico se arrodilló frente a Black Hat haciendo una reverencia a su amo.

- ___ estará en la mansión de vez en cuando ayudándole en el laboratorio- puso la correa en el escritorio -, tómela.

Flug miro los despanpanantes estoperoles del objeto de cuero negro, hacia juego con el collar que tenía en el cuello la dama.

- Tómalo, Flug, si no quieres que algo desafortunado suceda con ella- la sombra de la señorita se agrandó y el tomo oscuro de esta se saturó aún mas.

El doctor tomó la correa y la sombra de ___ volvió a la normalidad.

- Ahora, lárgate a trabajar.

Sei estaba molesto, miraba oculto una asamblea privada de la Regla de Oro, lo sabía, sabía que la justicia que esos superhéroes era una completa farsa, le daban asco, odiaba a ambos lados de la moneda de la sociedad podrida en donde había vuelto después de siglos, decidió salir poco después de terminar la reunión. Termino sentado en la cima de la Torre Eiffel, con el viento moviendo su gabardina negra, mirando a la gente en el lugar, como hormigas, entre ellos había seguidores del sombrero, pero ahora ellos no eran su prioridad, debía mantenerse alejado de ellos todo lo que pudiese, al menos por ahora.

" Es ironico, soy tu reina y no puedo defenderte", el cielo empezó a nublarse, miró hacia arriba, una gota cayó sobre su rostro de blanca piel, sus rizos chocolate se movían con el viento, tantas cosas que había olvidado de la libertad, ___ no lo vendio, a pesar de haber tenido la oportunidad de estar junto a la persona que ama con toda su libertad a cuestas de la de él, "Estas demente mocosa...me agrada".

Se la imaginaba claramente como una agente más del cuerpo moderno de bailarines, en el área de Trabajos de Campo, una completamente diferente a la de Kaleb, y es lo que quería, mantenerla completamente alejada de ese traicionero doble cara.

Se paró en la punta de la torre y a sus pies abrió uno de sus portales, de círculo azul y luz blanca, lo atravesó y al llegar al otro lado se encontraba en una plaza de construcción, apenas ponían los cimientos para lo que después sería una maravilla del mundo, se acomodó el cuello largo de la gabardina y caminó por las calles de aquel París victoriano, ahí había algo que necesitaba y le ayudaría a su cometido futuro.

"Muy pronto lo verás Black Hat..."

Divisó a un hombre dentro de un carruaje con un sombrero de copa negro, corrió hasta alcanzarlo y se escondió en la parte inferior de su vehículo.

"Muy pronto todos jugaremos".

El Sol Negro //Kaleb x Lectora//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora