Cualquier impulso de obtener fuerza que hubiese tenido hace unos días se había esfumado conforme los criminales volvieron a quedarse en sus casas refugiados. Aparentemente primero venía el instinto de supervivencia, y luego venía la voluntad de ser fuerte, por lo que cuando su hambre aumentó, la idea de enfrentar a verdaderas amenazas para fortalecerse se esfumó en el aire. Su electricidad acumulada ayudó a mantenerse activo por un tiempo, ya que adaptó su cuerpo para consumir energía eléctrica como sustituto de las calorías, pero una vez la electricidad almacenada en su cuerpo se agotó, no había nada que impidiese que sus adaptaciones exigiesen las energías y nutrientes que necesitaban para mantenerse.
Mientras saltaba entre callejones se preguntaba en segundo plano si podría forzar su cuerpo a deshacer sus adaptaciones y así dejar de consumir toda su energía y nutrientes de forma ineficiente, cuando su olfato rastreó una cantidad ingente de personas juntas en un mismo callejón, y fue allí a investigar. El callejón estaba al lado de un almacén, al cual estaban llegando un par de camiones por el garaje, y estaba por retirarse a seguir buscando cuando su oído se agudizó lo suficiente como para escuchar lo que había dentro de los camiones: mujeres vivas. Literalmente estaban traficando personas en un almacén, probablemente como tapadera de alguna organización subterránea de trata de blancas, por lo que definitivamente eran villanos, y aunque en otras circunstancias hubiese buscado en otro lugar, pues una cacería en ese entorno sería más propensa a ser cubierta en noticieros por la gran cantidad de "testigos" que podían ver o escuchar su entrada desde los camiones en los que estaban cautivas, las circunstancias fueron tales que se dispuso a cazar por hoy a estos villanos, pues realmente estaba hambriento ese día.
Jefe: ¿ese es el último cargamento?
Secuaz: en efecto. Estamos listos para -siendo cortado repentinamente por el grito de uno de los guardias de la zona.
Jefe: ¿qué ha sido eso?
Secuaz: creo que fue un grito señor.
Jefe: no, joder, no me había dado cuenta. ¿Y ustedes qué hacen ahí parados? ¡Vayan a ver qué ocurre! -mandando a todo su personal de seguridad a revisar qué era lo que sucedía, ya que después del primer grito, no pareció suceder nada más.
Se dieron cuenta de que faltaba uno del grupo de seguridad, mas no tuvieron más tiempo para pensar en ello cuando un borrón de velocidad cayó sobre otros dos guardias acabándolos con sus garras, para luego lanzarse hacia el resto que apenas y se estaban enterando del ataque mientras Izuku simplemente se movía de lado a lado acabando uno con uno a cada hombre con un zarpazo. Su idea era acabar con ellos antes de que pudiesen hacer el suficiente ruido como para alertar a los vecinos y que estos no llamasen a las autoridades, pero parecía ser que el hambre y la falta de energías menguaban sus capacidades, porque apenas y fue lo suficientemente rápido como para acabar con la mitad antes que el resto se pusiese las pilas y comenzasen a atacarlo con sus quirks, que aunque inútiles, hacían demasiado ruido y aumentaban la prisa de Izuku de acabar con ellos y merendárselos antes de que llegasen las autoridades, por lo que aceleró su ritmo incluso cuando su cuerpo sufría por el sobre esfuerzo, y acabó con varios otros más antes de que el que aparentemente era el jefe se convirtiese en una especie de demonio rojo gigante que trató de aplastarlo con su cola, a lo que simplemente la soportó con una mano, lo que agrietó el suelo bajo sus pies, mientras con la otra le cortaba la cola con sus garras. Definitivamente no fue la mejor de sus ideas, ya que el grito de dolor del ahora demonio fue tan fuerte que se tuvo que cubrir sus oídos, lo que definitivamente llamaría muchísimo la atención, por lo que se lanzó en un borrón de velocidad directamente a sus ojos para acabarlo de una, mirando atrás y viendo todos los regueros de muerte y sangre que definitivamente no podría terminarse antes de que llegasen las autoridades.
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Izuku: Reglas de la Naturaleza
Fanfiction¿Cómo se suponía que debía saber que todo lo que conocía era mentira? Todo lo que necesitaba para saberlo era ser fuerte, pero no lo era. Por eso necesitó ser torturado por sus padres durante cuatro años para entenderlo. El mundo se rige por la ley...