Izuku seguía su rutina de cacería nocturna por las calles. Parecería algo estúpido, considerando que en el Inframundo le ofrecían los mejores platos de todo el continente, además de unos helados buenísimos, pero si se volviese totalmente dependiente del Inframundo, entonces no tendría sentido todo su camino para poder valerse por sí mismo. Sólo recurriría a la comida del segundo imperio criminal más grande de Japón cada que fuese una urgencia o su reina le obligase a comer algo (o porque su imagen de pálido y desnutrido dejaba malas impresiones por su ciudad, o porque lo iba a mandar a una misión a la que necesite alimentación para pensar racionalmente).
También tenía algunos planes para mañana, ya que hasta donde sabía, la clase de su hermana iría a unas instalaciones secretas o algo para hacer un ejercicio de mierda en el que supuestamente según Grim Reaper serían atacados por las fuerzas del All For One, el mito del bajo mundo conocido como el Símbolo del Mal. Se dice que es tan antiguo como los propios quirks, que es capaz de dar y quitar estos, y que en un enfrentamiento con All Might desapareció sin dejar rastro, aparentemente muerto, aunque nunca se encontró su cuerpo. Si era tan fuerte como para mandar a atacar a la clase en la cual All Might iba a dar clases, entonces capaz y fue este quien le dejó esa herida en el costado de la que tanto se aprovechó en sus combates contra el héroe, por lo que no debía tomarse a la ligera. Todavía se estaba decidiendo en si irrumpir en la USJ, como se llamaban las instalaciones de la UA que serían atacadas mañana, o si esperar a ser más fuerte para hacer frente al All For One, pero tampoco podía posponerlo mucho, porque mientras no conociese el potencial del símbolo del mal entonces estaba esperando en valde. Tal vez incluso ya fuese más fuerte que él y no lo supiese (cosa que dudaba muchísimo, pero podía ser una posibilidad).
En resumen, estaba pensando tanto en el futuro que apenas se daba cuenta de lo que sucedía en el presente, sin saber que justo esa noche estaba por tener una de las experiencias más extrañas en toda su vida de vivir en la calle. Ni siquiera la vez en la que se infiltró a un imperio criminal fue tan tensa como lo que estaba por vivir. Lo importante era lo que se desarrollaba en otro lugar mientras Izuku realizaba su rutina nocturna de cacería, saltando entre los edificios buscando nuevas presas con normalidad. ¿En qué lugar? La respuesta nunca se la hubiese podido imaginar.
Dicen que el mayor miedo del ser humano es aquello que no conoce. Aquello que no puede comprender, desconoce totalmente sus propiedades o no es capaz de controlar por su naturaleza errática e impredecible. Eso fue lo que sintió Izuku durante la última media hora de su cacería. Todo empezó con normalidad, su instinto le decía que alguien lo estaba observando, por lo que se mantuvo en alerta constante durante el resto de su recorrido improvisado. Así siguió un tiempo, hasta que se dio cuenta de que aquella "presencia" no podía ser rastreada por sus otros sentidos por mucho que los agudizara. No podía decir cómo, pero sabía que alguien le estaba viendo. No podía decir con qué intención, pero podía decir por experiencia que si alguien se interesaba en ti era o porque te quería muerto o bajo su control. No podía decir de dónde lo estaban viendo, pero podía afirmar que, por mucho que corriese, siempre estaba detrás suya. El miedo a lo desconocido es una gran herramienta de supervivencia, así como punto de evolución base para los humanos. En el caso de Izuku, sin embargo, este miedo sólo potenciaba inconscientemente su cuerpo, tensándose tanto que incluso mientras saltaba perdía mechones de pelo, preparándose para la amenaza invisible e intangible que tanto le acechaba. ¿Acaso había llamado la atención de alguien grande del bajo mundo? No, no tenía caso en preguntárselo. Debía enfocar todo su ser para estar preparado para cuando su "acosador" eligiese atacarlo...
Aunque tal vez estaba esperando a que se agotase para atacarlo. La idea lo tensó aún más, ya que estaba consumiendo tanta energía para tratar de huir de aquella presencia, que no se había parado a pensar en que tal vez era eso lo que buscaba. Si lo quería en su peor momento, es que en verdad lo quería muerto o bajo su control, y conocía suficiente de él como para trazar semejante plan. Un momento... un plan. Eso era. Si aquella presencia tenía planes con él, sólo tenía que montar una estrategia propia para engañarla. Por ahora parecía que se tomaba sus distancias, por lo que tal vez si se acercase lo suficiente y con la suficiente energía para luchar... Rápidamente enfocó el resto de proteínas en su cerebro, aumentando su IQ con tal de formular en su mente una estrategia capaz de brindarle lo que buscaba. Tal vez no fuese la mejor de todas, pero la idea que surgió de esta nueva mente calculadoramente paranoica fue la que en su mente le salvaría la vida de aquella presencia misteriosa y desconocida, la cual, si bien tenía algunas similitudes con el aura, no se asemejaba a cualquier forma de esta que haya sentido jamás, lo que aumentaba su tensión mucho más, volviéndolo más fuerte y rápido mientras se encaminaba a su nuevo objetivo para llevar a cabo su plan.
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Izuku: Reglas de la Naturaleza
Fanfiction¿Cómo se suponía que debía saber que todo lo que conocía era mentira? Todo lo que necesitaba para saberlo era ser fuerte, pero no lo era. Por eso necesitó ser torturado por sus padres durante cuatro años para entenderlo. El mundo se rige por la ley...