Capítulo 49: caos en el Tártaro... ¿no han tenido un dejavú?

63 5 13
                                    


Y ahí estaba de nuevo. La única persona probablemente en todo el universo que supiese que este casi se fusiona con otros cientos de universos. Claro que no podría hablar de eso con nadie sin que la tomaran por loca.

En un mundo de locos, al único cuerdo era al único que llamaban loco. Esa era una realidad que Shiori Novella tuvo que aprender muy temprano en la vida. Todos creían que sus murmullos y su excentricidad no era "normal", que era efecto secundario de la asunción puramente teórica de que el poder archivar todos sus recuerdos sobrecargaba su capacidad cerebral y su razonamiento.

¿Siquiera sabían algo de la capacidad cerebral promedio? ¡El cerebro humano podía aguantar 2,5 petabytes de memoria! ¡Eso era equivalente a todas las fotos en Instagram y en Facebook juntas y a veinte millones de cajas de archivos llenas hasta arriba de documentos! Vale, se llenaría todo en 300 años, ¡pero ni siquiera había cumplido los diez para cuando le estaban haciendo esos diagnósticos tan estúpidos!

Que ella supiese más de medicina de libros de la biblioteca que leyó una vez de pasada que el puñetero sistema médico ya era una locura más grande que cualquier estupidez que ella haya dicho o hecho. Pero de nuevo, en el mundo de locos, los cuerdos se llaman locos por los locos.

Ya para este punto, el concepto de normalidad estaba tan deformado que, quienes todavía tratasen de aferrarse a él, deberían de ser aquellos verdaderamente llamados locos y encerrados en una institución mental, como trataron de hacer con ella. Su primer "escape room"... ah, qué bonito recuerdo.

Ya había figurado su plan, y había meditado lo bastante en su celda como para poder acceder a su Hatsu natural. Lo bueno de estar encerrada era que tenía muchísimo tiempo libre para practicar su Nen interior.

Ninguno de los guardias que la vigilaban con las cámaras de su habitación sospechaba nada de sus sesiones de meditación ni de sus murmullos sin sentido. Simplemente le quitaban importancia, tachándolo como los delirios de una loca.

Oh, ella sí que los iba a poner locos.

"¡¿Qué carajos?!"

"¡¿Cómo está haciendo eso?!"

Oh, ya podía oír los gritos de confusión y angustia que ocasionaría su escape más triunfal y alocado de todos. Y sólo había tenido que hacer un trato con el diablo mismo. 

Shiori: "veamos qué colección tenías archivada en tu biblioteca, All For One."

Desde la perspectiva de los que vigilaban a la bicolor desde las cámaras, tuvo que haber sido como si todo su mundo se pusiese patas arriba cuando aparentemente de la nada la mujer hizo aparecer un libro en sus manos. En lo que tardaron en salir de su estupor y hacer sonar la alarma, la convicta pasó las páginas hasta encontrar un apartado interesante: Warp Mud.

Posó su mano sobre la página que describía el quirk en general y pensó en sus amigas escapistas. Y en eso, cuatro portales de lodo se manifestaron delante suya, revelando a sus compañeras de crimen.

Fuwawa: ¡PUAJ! Bau Bau...

Mococo: ¡PUAJ! Qué asco, huele fatal...

Bijou: eww, lo tengo en la boca, pausa. ¡Hey! ¡Estamos todas juntas!

Nerissa: ¡blurgh! Tengo barro hasta en el coño. ¿Qué narices ha sido eso Shiori?

[ALARMA] [CÓDIGO ROJO ACTIVADO] [CIERRE TOTAL EN PROCESO INMINENTE]

Shiori: nada. Sólo un pequeño truco que he aprendido hace poco. No hay tiempo para explicaciones.

Pasando más páginas de su nuevo libro, encontró una sección interesante: Ondas de Radio. Sujetando el libro con una mano, extendió la otra hacia sus compañeras, emanando un pulso PEM que desactivó los collares anti-quirks de estas.

Izuku: Reglas de la NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora