Capítulo 19 (parte II). Y palabras llenas

17 1 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


༺♥༻❀༺♥༻

—Qué rápido te escabulles.

Clavé mi mirada en la sonrisa perfecta de Simon. La luz reflejada en su pelo hacía que pareciera más pelirrojo de lo que era en realidad. Le pasó el palo de billar a Leo con una mirada que me recordaba a las de Dallen y volvió a girarse hacia mí.

—Flash es mi segundo nombre.

Ni siquiera entendía como había dicho eso. Simon soltó otra risa sonora y Leo arqueó las cejas.

Sentí como alguien me penetraba con la mirada y al darme la vuelta me encontré con los ojos entrecerrados de Dallen. Pero mi mirada se desvió hacia Cordelia, que se había acercado a la barra sigilosa y se retorcía de risa dando manotazos a la pierna de Dallen. Nada podía hacer tanta gracia como para permitir aquellos acercamientos descarados.

—No es tan gracioso —comenté en voz alta poniendo los ojos en blanco y volviendo a centrar mi interés en el billar.

—¿De quién hablas? —El chico pelirrojo me miraba confuso.

—¿Cordelia y Dallen están juntos? —pregunté sin pensar. Parecía que mis palabras habían alcanzado mi cerebro y ahora salían apresuradas.

—¿Por qué lo preguntas? —Sus ojos se desviaron hacia la barra y volvieron a mí— ¿Te interesa Dallen?

Noté como mis mejillas ardían de golpe. Intenté centrar mi mirada en Leo, que intentaba apuntar con el palo con una postura imposible de imitar, y mi mente se distrajo al ver lo hábil que era en el billar. Dio un golpe seco a la bola blanca y metió dos de las rayadas con un solo movimiento. Con una sonrisa triunfante volvió a acercarse a la bola blanca.

—No. Solo somos amigos, o eso creo, a veces no sé ni si somos eso —Nada, mis palabras seguían saliendo sin filtro—. Es curiosidad... Los veo muy juntos.

Simon me dedicó una leve sonrisa y después de dar un sorbo a su cerveza contestó:

—Algo han tenido, aunque ahora mismo creo que no —volvió a dirigir la mirada hacia la barra, dónde aún estaban Dallen y Cordelia hablando y luego me miró fijamente a mí—. Cordelia puede llegar a ser muy insistente cuando quiere algo, y me da que esta noche va a sacar toda su artillería.

Leo se acercó a nosotros y le devolvió el palo a Simon.

—¿Quieres probar? —Me preguntó Simon ofreciéndome el taco y acepté.

O eso creo, porque de la nada tenía aquel palo de madera entre mis manos.

Nunca había jugado, así que Leo se encargó de enseñarme lo básico.

—¡Bien! —exclamé saltando de alegría al meter una de las bolas después de varios intentos dándole al aire.

—¡Las de rayas son mías! —protestó Leo mientras Simon nos miraba divertido.

Cuando Decidas Saltar ⚠️ ¡27/11/23 en físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora