💗;; sesenta y dos

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—Llevo mirándolo por más de diez minutos y no le encuentro parecido

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—Llevo mirándolo por más de diez minutos y no le encuentro parecido.

SooBin rió quedito y BeomGyu rodó los ojos. Ambos veían, el primero con diversión y el segundo con indignación, el horror pintado en las facciones de YeonJun cuando miró al bebé por primera vez.

—Eso es porque acaba de nacer —respondió NamJoon, mirando al pelinegro con obviedad—. Todavía está en su etapa pasa.

—¿Etapa pasa? —preguntaron todos los presentes al unísono.

El pelirrojo asintió con solemnidad, dándole una mirada de ternura a su pequeño sobrino.

—Como acaba de nacer, sigue arrugadito —explicó con lentitud—; por eso sigue en su etapa pasa.

YeonJun parpadeó sin comprender del todo, aún así, se mostró conforme con la explicación que NamJoon dió. Miró una vez más al bebé y frunció el ceño, sintiendo una pizca de culpa al encontrarlo feo.

—TaeHyun hyung solo nos mira sin decir palabras y ya me dió miedo —susurró SeokJin, observando con cautela al omega tendido en la camilla.

—Aún después de despertar, no es recomendable hablar, por lo menos en las primeras horas —contó Irene, estando bastante feliz de ser abuela.

Seunghyun miró con orgullo a su nieto. —Así lucía BeomGyu cuando acababa de nacer, ¿Lo recuerdas, Irenn?

—Sí, era un pequeñín que todo el tiempo demandaba atención —recordó, escuchando con diversión los llantos del recién nacido que exigían los cuidados de su padre omega.

—Iré a la cafetería, ¿Alguien se une? —interrogó Seunghyun, palpando su billetera en el bolsillo.

—¡Yo iré! —exclamó SooBin levantando la manita, creando un sonrojo cuando todos le miraron con ternura.

El mayor no pudo contener la enorme sonrisa que pintó sus facciones, una que fue contagiada al pequeño rubiecito ya que era en demasía agradable.

—¡Oh! —todos miraron a un sorprendido SeokJin—. ¡Tienen sonrisas idénticas! —declaró, ganándose un puntapié por parte de su omega—. ¡Nam!

—No digas tonterías, cariño —dijo el omega con los dientes apretados y sonrisa tensa.

—Pero... —hizo un puchero, sabía que hizo algo malo, pero es que su descubrimiento no podía pasarse desapercibido—. ¡Sí se parecen!

—SeokJin tiene razón —la voz de BeomGyu resonó por todo el lugar—. La sonrisa del pequeño SooBin es muy parecida a la de mi padre.

Seunghyun estaba tenso y ni hablar de NamJoon. Afortunadamente, Irene pudo intervenir a tiempo.

—El mundo está lleno de casualidades —mencionó con una pequeña risa que logró destensar el ambiente—. Cariño, ¿Por qué no te adelantas con SooBin? Nosotros iremos después.

Quiéreme Bonito | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora