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Soobin permanecía quieto en su lugar mientras seguía observando la gran estructura que se imponía frente a él

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Soobin permanecía quieto en su lugar mientras seguía observando la gran estructura que se imponía frente a él. Realmente no le importaba que el sol lastimara su piel, mucho menos las miradas extrañadas de todas las personas que pasaban a su alrededor. Él simplemente se mantenía quieto, analizando con una capa de temor impresa en sus ojos el prestigioso colegio en el cual estudiaban sus hermanos.

Era un colegio privado, donde la educación que brindaban a sus estudiantes era de las mejores en el país. Todo aquel que lograba permanecer y terminaba sus estudios tenía oportunidades para aplicar en las mejores universidades y así tener el seguro de un brillante futuro. Además de que las instalaciones estaban perfectamente capacitadas y divididas en diversas áreas recreativas para que los niños llevaran su proceso de aprendizaje a un siguiente nivel mientras se divertían en el proceso.

Soobin había descubierto que a su pequeño hermano le apasionaba la danza. Es por eso que él mismo lo había instado a seguir ese sueño y explotar su talento, el omega no podía sentirse más orgulloso cada vez que el pequeño le mostraba con ilusión cada coreografía estudiada y aprendida a la perfección.

En cambio, su pequeña hermana había decidido aventurarse en el mundo de la pintura. Soobin enrojecía cada vez que ella le mostraba diversos retratos de su rostro pintado de manera tan perfecta y delicada en un blanco lienzo. Incluso había ocasiones en las que la pequeña se aventuraba en su imaginación y pintaba el rostro de su hermano fundido con elementos de la naturaleza, creando un maravilloso contraste que a Soobin lograba avergonzarlo.

"Soobin Oppa es mi inspiración"

Sonrió bobamente al recordar la tierna expresión que su hermana le mostraba cada vez que la timidez de sus acciones la envolvían cuando llegaba el momento de mostrar a su hermano mayor un lienzo nuevo. Como siempre siendo Soobin el protagonista.

Y se preguntarán ¿Cómo Soobin puede pagar un colegio de esa categoría?

Afortunadamente la institución contaba con un excelente programa de becas. Obtener un cupo era casi imposible, pero su madre fue una gran amiga del rector, y él, en honor a esa amistad pudo colocar a ambos hermanos dentro del programa.

Ahora solo era cuestión de que ellos mantuvieran la beca, y eso se lograba con excelentes calificaciones, buena conducta y puntualidad. Además de participar en las actividades extracurriculares que el colegio siempre organizaba en beneficio de alguna otra institución.

Soobin estaba seguro que sus hermanos no tendrían problemas. Desde pequeños eran muy inteligentes y en el tiempo que llevaban estudiando habían logrado destacarse como estudiantes modelo. Es por eso que no le importó en lo absoluto dejar sus estudios para poder trabajar y así pagar lo que la beca no llegaba a cubrir, tales como libros, uniforme y el abono que daba mensual en la cafetería del lugar para que todos los días les sirvieran el desayuno y una pequeña merienda, ya que por el mismo trabajo que había obtenido no tenía el tiempo suficiente para preparárselos él mismo, y no podía permitirse bajo ninguna circunstancia que sus pequeños pasaran hambre.

Quiéreme Bonito | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora