💗: sesenta y cinco

480 85 35
                                    

Muchas cosas pasaron por la mente de BeomGyu, palabras que pensaba decir cuando tuviera frente a él al otro hijo de su padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Muchas cosas pasaron por la mente de BeomGyu, palabras que pensaba decir cuando tuviera frente a él al otro hijo de su padre.

Ni en sus sueños más locos imaginó que sería alguien tan dulce como SooBin. El alfa pensaba enfrentar al tipo, culparle por la desgracia que cayó sobre su familia, y decirle que nunca lo vería como un hermano, sino como un vil intruso que llegó a poner su vida de cabeza.

Tenía plena seguridad de poder hacerlo... ahora que sabe quién es su hermano, duda mucho el poder lograrlo.

Ver aquellos ojos azules le causó un sentimiento aplastante. Su hermano era pequeño, inocente y estaba sufriendo; el alfa nunca terminaría de entender la complejidad que le atacó dejándole sin aliento; con el deseo de proteger, pero también de alejarse antes de provocar un daño que quizá no tendría remedio.

Puede sentir la inquietud de su lobo carcomiendo en su interior; el aroma del cachorro está manchado por el amargo sufrimiento y no le gusta, el alfa siempre amó aquella dulzura característica del aroma en pleno crecimiento, fresco y abundante en felicidad y descubrimiento; no aquella brisa triste que ahora estaba presente como una pesada capa que cubría la jovialidad de los ojos que ahora carecían de brillo verdadero.

Y quizá nunca terminaría de aceptarlo; una pequeña espinita siempre estaría clavada; pero de algo estaba seguro BeomGyu.

Tenía que intentarlo.

—¿Puedo pasar? —apenas logró conseguir su voz, los latidos de su corazón martilleaban con violencia dentro de su pecho.

<<SooBin es mi hermano, mi hermano menor>>

La sonrisa del rubiecito fue brillante al asentir; los pasos del alfa eran cortos con un toque inseguro, sabía que no era el mejor momento para una visita ocasional, pero tampoco podía seguir esperando por más tiempo.

—¿Cómo supo donde vivía, hyung? —preguntó el menor, estando ajeno a toda la tormenta que se estaba desatando en el interior del alfa.

BeomGyu no respondió, en su lugar le quedó mirando. Un pequeño niño era lo que estaba ante él, la pureza de un alma maltratada por la crueldad de un mundo que no tuvo compasión alguna al momento de recibirlo, teniendo que vivir así y acoplarse a la dureza del camino, aprendiendo a sonreír en medio de las espinas y dar lo mejor de sí mismo.

Y nuevamente caía una pregunta a la que el alfa no le encontró respuesta.

¿Por qué quería culpar de todo al pequeño que ya había pasado por tanto?

No lo sabía, pero se sentía el peor ser humano.

—SooBin... —una lágrima se derramó por su mejilla izquierda, ocasionando que el omega se alarmara.

—BeomGyu hyung —el aroma del alfa lograba calmarle a un nivel que ni el mismo YeonJun había podido lograr, y eso era algo que le confundía en demasía, sin poder encontrar una razón lógica que justifique su deseo de embriagarse del Kiwi, la Guayaba y frutas que desprendía el mayor como una delicada capa que siempre lograba tranquilizarlo.

Quiéreme Bonito | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora