Yeonjun sabía que estaba a nada de perder el poquito de paciencia que le quedaba.
Si sus cálculos no le fallaban, llevaba diez minutos ahí de pie, esperando para entrar en la residencia Choi. De hecho; la puerta ya había sido abierta un par de veces por un cachorro que no conocía, pero éste al verlo siempre terminaba huyendo y cerrándole la puerta en la cara.
Había sido un ciclo repetitivo y tonto; él presionaba el timbre, esperaba unos segundos y casi al instante pisadas rápidas se escuchaban del otro lado, para posteriormente ver la puerta abrirse; llegando al mismo momento donde sus ojos se cruzaban con los del infante, quien al verlo gritaba asustado, cerrándole la puerta en el proceso.
<<Odio a los niños>> anunciaba su mente, y Yeonjun se felicitó por sus pensamientos.
Volvía a llamar a TaeHyun porque el idiota de BeomGyu no tomaba sus llamadas; un tono, dos tonos, tres tonos y nada, estaba a punto de rendirse y largarse de ahí, cuando nuevamente escuchó el sonido de la puerta al ser abierta.
Esta vez se trataba de una niña un poco mayor que el mocoso gritón; Yeonjun la miró en silencio, esperando el momento en que ella también le cerrara la puerta en la cara para así mandar todo al carajo.
Pero nada de eso ocurrió.
—Lo siento mucho, señor —hizo una profunda reverencia—. Mi hermano tiene la mala costumbre de cerrarle la puerta a personas que no conoce.
Hueningkai nunca dejaba las buenas costumbres.
El pelinegro analizó de manera crítica a la niña que tenía frente a él; los suaves y débiles aromas le dijeron que se trataba de una pequeña omega recién presentada.
—¿Qué? —preguntó—. ¿Tengo algo en la cara?
Aquellos mocosos le veían de manera extraña. La niña con el entrecejo fruncido, como si estuviese tratando de recordar algo; mientras que el gritón lo veía como si fuese una obra de arte que por primera vez era admirada.
Yeonjun no podía culparlo.
—Uh, creo que oppa tenía razón —el comentario de la niña provocó que la mirara—. Usted luce bastante mayor.
La ceja derecha del alfa tembló.
¿Aquella cipota le había dicho viejo?
Bufó, la niñez en esos días no era muy educada que digamos, así que no podía exigir mucho al respecto.
Ash, por eso detestaba tanto a los niños.
—Tú eres bastante enana y yo no te ando diciendo cosas —gruñó el alfa.
Bahiyyih alzó una ceja. —Eso es porque todavía estoy en mi etapa de crecimiento, ¿Usted, que excusa tiene?
—Esto es ridículo —refunfuñó Yeonjun.
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Quiéreme Bonito | Yeonbin
RomancePRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA: SINFONÍA DEL CORAZÓN💕 Después de la muerte de su madre y haber perdido su único trabajo por ser un "débil omega" SooBin debe salir de su zona de confort y dar frente a la vida con el único propósito de mantener a sus pe...