SooBin estaba en problemas.Era de madrugada y todos deberían estar dormidos, pero no era así. Desde hace más de una hora que un ansioso alfa tocaba la puerta de su habitación de manera insistente, gruñendo y jadeando entre las respiraciones que soltaba mientras sus labios pedían con gran necesidad que le dejara pasar.
Y el rubiecito lo haría, solo que notó un detalle que logró congelar sus movimientos en nerviosismo y terror puro.
YeonJun había entrado en celo.
No supo en qué momento sucedió; ambos se habían despedido para cada uno ingresar a su propia habitación, y justo cuando estaba a punto de dormirse sintió los toques en su puerta al igual que los gimoteos y gruñidos cargados de necesidad que el alfa expulsaba.
—Abre la puerta, omega —y ahí estaba nuevamente, SooBin no sabía por cuánto tiempo más soportaría.
<<Alfa, alfa, alfa>> y su lobo no le ayudaba.
—Hyung... s-será mejor q-que se vaya —tartamudeó, le dolía cada palabra que decía pero necesitaba que YeonJun estuviera lejos de él.
Por el bien de ambos.
Lo siguiente que escuchó jamás imaginó que sería posible hacerlo. YeonJun había empezado a sollozar de manera fuerte, su aroma intensificado había adquirido el amargo de la tristeza al verse rechazado por su omega, entonces SooBin supo que había actuado mal.
—N-nosotros queremos estar con nuestro omega —habló el mayor a través de la madera—. Solo él nos reconforta.
La fragilidad que cubrió la voz del mayor fue suficiente para que las fuerzas de SooBin cayeran. Salió de la cama sintiendo el violento temblor sacudir sus piernas, y a cómo pudo atravesó la habitación hasta abrir la puerta, donde un jadeante pelinegro esperaba.
La imagen del alfa era surreal para el rubiecito. YeonJun solo vestía con un pantalón de chandal, no llevaba camiseta y el sudor perlado en su pecho no hacía más que tentar al pequeño omega; las finas gotas se deslizaban de la cabellera mojada, dando un camino tortuoso por el cuello hasta morir en el pecho firme que subía y bajaba violentamente, denotando la respiración errática.
SooBin miró aquellos ojos que ahora tenían un matiz dorado en ellos, el alfa de YeonJun era quien dominaba en sus acciones y el menor se sintió pequeñito y sumiso, dejando que su omega fuese el que tratara con su destinado.
El mayor ingresó a la habitación bañada del dulzor de su menor, inhaló de manera profunda amando cada partícula de aquellos aromas e inmediatamente sintió como su angustia y necesidad menguaban. Sus ojos se posaron en los preciosos orbes de su pareja; aquellos que habían dejado de ser azules para convertirse en dos hermosas lunas plateadas que confirmaban la presencia absoluta de su adorado omega.
Por primera vez, alfa y omega estaban frente a frente; conociéndose, admirándose, y amándose.
—Omega —rugió el mayor, sus ojos dilatados clavados en el pequeño cuerpo que temblaba por tantas emociones contenidas.
ESTÁS LEYENDO
Quiéreme Bonito | Yeonbin
RomansaPRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA: SINFONÍA DEL CORAZÓN💕 Después de la muerte de su madre y haber perdido su único trabajo por ser un "débil omega" SooBin debe salir de su zona de confort y dar frente a la vida con el único propósito de mantener a sus pe...