PRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA: SINFONÍA DEL CORAZÓN💕
Después de la muerte de su madre y haber perdido su único trabajo por ser un "débil omega" SooBin debe salir de su zona de confort y dar frente a la vida con el único propósito de mantener a sus pe...
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El resto de la tarde la habían pasado entre pláticas casuales, películas y mucha pero mucha comida chatarra. Ambos alfas sabían que aquellas veces en las que podían reunirse siendo solo buenos amigos eran contadas, así que estaban decididos a aprovecharlas.
—Bien, Yeonjun —el mayor maldijo ante aquel tono—. ¿Me dirás ahora lo que pasó cuando te fuiste anoche?
—¿Por qué piensas que pasó algo? —preguntó el pelinegro, estando bastante entretenido viendo a Pucca.
BeomGyu alzó una ceja— Para todos fue muy extraño que SooBin desapareciera y luego lo hicieras tú, ¿Me dirás ahora?
—Lia —gruñó, sintiendo irritación con tan solo mencionarla—. Eso pasó.
—Te dije que la ignoraras.
—Y eso hice —se defendió—. El problema no fue conmigo, sino con SooBin.
—Espera, espera —ahora BeomGyu no entendía—. ¿Por qué?, ¿Qué tiene que ver SooBin en todo esto?
—Uh, quizá todo —hizo una mueca.
—Yeonjun, se más claro —urgió el menor.
El pelinegro revolvió sus cabellos en un acto de nerviosismo; si era un poco sincero, hablar del tema del omega y sus recientes sucesos le incomodaba hasta cierto punto. YeonJun no era tonto, sabía que el comportamiento que ofreció anoche daría mucho para pensar y comentar, más no podía importarle menos.
Aunque debe admitir que tratar con BeomGyu aquellos temas siempre era un dolor en el culo.
—Por supuesto que sabes lo que tuve con Lia —comenzó, el alfa asintió—. Digamos que descubrí que lo único que me atraía de ella era falso, y que a raíz de ese engaño decidí terminar todo tipo de relación que no involucrara asuntos laborales —tomó unas papitas y siguió contando—. No sé por qué razón, pero desde que conoció a SooBin lo ha tratado como la mierda —frunció el ceño, recordando el desagradable momento que la modelo le hizo pasar al omega cuando éste todavía trabajaba para Kim—; y anoche que lo miró a mi lado fue un incentivo más para molestarlo —el menor hizo una mueca—, aprovechó un momento donde había quedado completamente solo para decirle un montón de idioteces que lograron herirlo —tensó la mandíbula—. Como imaginarás él salió corriendo del salón y decidí seguirlo; no sin antes advertirle a esa loca que lo dejara en paz.
—Lo que tiene de hermosa lo tiene de loca —YeonJun asintió—. Pero, estoy seguro que estás evadiendo el verdadero tema a discutir —comentó el menor con suspicacia, el pelinegro desvió la mirada—. Suéltalo de una vez, Yeon.
El pelinegro contempló el techo de su casa descubriendo que lucía impecable, luego paseó su mirada por los alrededores asintiendo con la decoración que tenía; en aquellos momentos, todo, absolutamente todo le servía para escapar de la mirada analítica de su amigo.
