Tras la derrota de la Skullgirl nada sería igual en New Meridian. Eso incluye a una pobre inocente usada como arma. ¿Podrá encontrar alivio a su tormento gracias a un sacrificado voluntario?
Portada por @Sieben_Wege
(NB: Cualquier cosa en esta hist...
Si en verdad es cierto lo del "gen egoísta", entonces toda la ética es sólo excusa de utilitarista. ¿De qué, y para qué? Si sólo es por preservar la estirpe, el más egocéntrico es el más altruista. En el fondo toda teoría, por basta y amplia que sea, debe mucho al, claro, brillante naturalista. Pero más le debe, todavía, a otro profesional. Nadie debería despreciar a un humilde publicista.
"¡Lo bien que estaría en estos momentos fregando pisos! A la sombra, bajo techo, sin mayor apuro." ―Esos fueron tus únicos pensamientos mientras seguías la penosa marcha con tan inesperada comparsa; lo más racional que podías hacer, posiblemente, habría sido volverte sobre tus pasos y dejar a la real carga en manos de quien administraba el destartalado sitio.
Pero, está de sobra decirlo, muy seguramente te esperarían con brazos abiertos, y puños cerrados. Poco favor pude hacerse a los demás si uno mismo termina en líos absurdos. Afortunadamente, ―palabra que no figuraba alto en tu vocabulario. ― la peculiar naturaleza del entorno mostró su generosidad en forma de pequeño riachuelo, incapaz de cubrir un fondo arenoso más pequeño que un palmo. "¿Será un espejismo?" ― confiando en que aún no estaba en su estado normal el más estridente de ambos acompañantes, inspeccionaste más de cerca el humilde elemento, y recurriste a una maniobra nada recomendada en el laboratorio escolar: la de probar las soluciones usando las propias manos.
"Ningún sabor u olor fuera de lo común. Puede tener algún patógeno... o quizás algún contaminante. No... no me parece. ¡Ah, mira! ¡Un pecezuelo! Eso parecen algas. No es lo más sano, pero no estamos para remilgos ahora." ―Un análisis más profundo fue imposible por una circunstancia especial: la pequeñaja estaba desperezándose, y pensaba irse en dirección opuesta al de tu absurda senda, arrastrando a su feo artilugio. Se sentó, o más bien se dejó caer sobre el suelo, no bien había andado dos pasos.
Creíste tener otra inoportuna alucinación cuando te pareció ver la perfecta silueta de una calavera en sus ojos al mismo tiempo que balbuceaba algo y te señalaba con el índice. Real o no, te llevaste un susto mayúsculo ante tan especial portento. Si es que era esa la palabra.
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"¡Sólo me estoy imaginando cosas!" ―Fingiste no prestar mayor atención al particular, y la arrastraste del brazo libre al no muy caudaloso cuerpo de agua. Sólo era cuestión de dejarla ahí, eventualmente se recuperaría, y tú podrías seguir con la búsqueda. Ya sería de otros la responsabilidad. No en vano el juramento dejaba la operación de cálculos.
"¡Asunto resuelto!" ―Triunfalmente, susurraste en un volumen a muy pocos decibelios. ―" ¡Abur! Será mejor irnos ya de aquí, dejándole el camino a otros. Sí, a otros ..." ―Como suele suceder cuando se hacen tales resoluciones, hiciste exactamente lo contrario. El cuadro resultante fue todo menos esperanzador.
Fue insuficiente con haberla puesto en el sitio. Seguía sin reaccionar demasiado. De hecho, tenía un aspecto más alarmante, acompañado con una presumible ataxia troncal. Daba la impresión de que en un momento a otro terminaría estampado su regordeta cara contra el fondo arenoso; es más, en menos de un segundo empezó a inclinarse hacia su costado derecho.
