Para ser bien intencionado haces cosas muy extrañas:
Pergeñas constantes engaños, mentiras y artimañas.
Más que un aspirante a investigador, pareces un escurridizo malhechor
Doctor eres poco, más un conspirador. Bien se te está, sentir algún dolor.
La figura materna de todo el LAB-8, Ileum, se había tomado la molestia en sacarte la bata y darte atención mientras duró tu insólito trance —De no haberte sacado a tiempo, habrías sido el primer "voluntario" para un tratamiento radical, o un donante generoso.
—¿Es a ti a quien debo la vida? —Un oportuno movimiento bastó para respirar, aliviado. El inoportuno objeto hurtado seguía en su sitio. Menos mal que no fue necesario quitarte todo encima.
—Sí, y no. —En su habla había un ligero y desagradable matiz hueco. Jamás te acostumbraste del todo a escucharla reír, pese a la admiración que le guardabas. — Alguien más arrancó la puerta para sacarte de ahí. A mí sólo me correspondió observarte. No tardaste mucho en regresar, más habrá sido la falta de sueño que inhalar insecticida. —Otra de sus risas malévolas te desconcertó al final.
—¿Quién ha sido? El sector estaba prácticamente vacío a esas horas... —En verdad lo estaba. Hasta los especialistas en comunicaciones se habían retirado.
—Antes de contestar a esa pregunta, me gustaría saber porque sobornas a mis niños con alimentos de nulo valor nutricional. —cruzó los brazos, indignada— Aquí alguien dice que le debes doce chocolates. Y es incapaz de mentir. Vamos a entender que pasó aquí.
—Esto... ella había encontrado algo que necesitaba llevar al contenedor de residuos biológicos. Y con las prisas de la inspección sorpresa se me había olvidado. El problema es que no quería soltarlo.
—Ya te he dicho que no recojas cualquier objeto del suelo, ¿Me escuchas? —se dirigió a la pequeña— está sucio. A la próxima vez no habrá postre. Perdona la interrupción, es muy obstinada. —sus azules ojos te dieron otra inquisitiva mirada— Debió ser un "algo" muy especial. ¿Qué fue?
—Un paño... lo usé para limpiar los cristales el otro día. No los estériles, desde luego. —Mentirle fue correr un gran riesgo. Lo peor que podía pasar con ella era recibir un sermón, aunque preferías no tener que verla molesta— y con las prisas debí olvidarlo en el almacén.
—Merecerías un reporte por aventar las cosas al piso sin fijarte. Aquí eso no se hace. Ya llevas tiempo de sobra para haberte memorizado el reglamento. En consideración al predicamento del que te sacaron, no diré nada por ahora. Ojo, si vuelves a involucrar a uno de los pequeños en encubrir tu incompetencia. —Entre su monserga no escuchó las airadas protestas de la diminuta cómplice, para tu fortuna. No dejaba de describir el supuesto "paño" como lo que era en realidad. — ¿Estamos, o no estamos de acuerdo?
—Estamos de acuerdo. —"Me ha salido bien. Sólo espero que no haya puesto atención nadie cerca. Aquí las paredes escuchan."
—Me alegro. Veo que tienes mucha diaforesis todavía. Lo segundo es quien te sacó de ahí...
—¿Fuiste tú? ¿Alguien del Veinte-A? ¿O...
—Ha sido Carol.
Solicitaste que lo repitiera unas cuatro veces.
—¿Pero... por qué? Creí que seguiría molesta por...
—¿Por haberte escabullido a sus espaldas? Yo también lo estaría. Y con toda razón. Eso me lo esperaría de la "Iniciativa Saltie—Guyssot", no del personal de aquí mismo.
Recordaste aquello de la "Iniciativa Saltie—Guyssot": un proyecto de ley que buscaba el cierre definitivo de todos los laboratorios, instituciones y recursos dedicados a combatir la amenaza de la Skull Girl, criminalizar al personal y confinar a los sujetos en prisiones especiales hasta su muerte. Más bien era un intento burdo de desarme por motivos políticos. Lamentablemente, algunos descontentos por los daños colaterales del pasado año en New Meridian, se habían hecho muy entusiastas del proyecto.
Ante la negativa de la princesa Parasoul en sumarse a la normativa (ya vigente en Chess), no quedó otro recurso para los quejosos que la propaganda. Fuera de algún poco concurrido evento, prácticamente todo seguía como lo acostumbrado. Advertías, sin embargo, cada vez que te topabas con algún panfleto o discurso, mayor virulencia.
Un puñado de fanáticos habría representado una amenaza prácticamente nula, si se trataba de un enfrentamiento frontal. Nada impediría, por otro lado, que se valieran de otras maniobras. Hasta los cobardes podrían tornarse peligrosos cuando se les acorralaba.
—Escapé por un asunto pendiente, si me permiten decirlo... —buscaste justificarte, retornando a la conversación presente.
—Cuando intentas llevar una anamnesis no te distraes sin motivo. —Sentenció. — ¿Qué cosa era más importante en ese momento? ¿Es que careces de boca para habérselo dicho educadamente?
—Es difícil tratar con ella. —Seguiste insistiendo— se ofende con facilidad. Cree que todo comentario es una burla. Ya lleva más de un intento de acabar conmigo. Cualquier cosa que le pregunte la ignora. Piensa que estoy en su contra. ¿Y me dicen que mi presencia no es el problema? Esto está de locos. De seguir así, voy a...
—Debiste considerar a qué te enfrentarías cuando ingresaste a esta organización. Mira, ante este asunto estoy atada de manos. Si te digo algo, habrá consecuencias. Si me dices algo, habrá peores consecuencias. Ignoraré eso último que has dicho. A cambio, te dejaré saber los motivos de esta operación.
Sacó a la pequeña de la habitación. Le dio indicaciones de que se fuera a dormir, y prosiguió con su relato:
—Nosotros ya tenemos, en teoría, toda la información necesaria para darle seguimiento. Pero siempre nos hemos topado con "algo" que falta. Ese "algo" está resultando problemático. Dirás que es una melonada la decisión final: dejar toda la información previa en manos de los involucrados originales, y fingir que no la hay. Pero melonada, o no, es final, definitiva. Nos juzgaron faltos de objetividad para esta operación. Pensamos todos que darle una cara nueva permitiría darle tiempo.
—Todo ello suena muy...
—Complicado, sí. imagino que eres lo suficientemente maduro para entender que este es el tipo de pacientes a los que vas a tratar en el futuro. Y por tu propio bien, espero que actúes en consecuencia. Algunos de los que intentaron hacer lo que en teoría estás haciendo siguen pagando; te diré que uno terminó con fractura de cráneo; otra, casi pierde todo fluido corporal; el tercero fue receptor de muchos órganos artificiales; una cuarta ahora es un experimento exitoso; y a la quinta, nadie la ha visto después.
—Víctimas de su ira... —Murmuraste entre dientes, levantándote de la camilla.
—Aún es prematuro declararlo. Ella misma lo negó siempre, en cada caso. Las víctimas tampoco querían declarar mucho. Soy severa contigo porque, hasta ahora, eres el primero al que le salva la vida. Puedes preguntarle el porqué, si eso es relevante en tu misión. De momento me despido. Aquí no vas a llegar a nada si partes de ideas preconcebidas.
—Aguarda un poco. —Suplicaste— ¿A quién puedo preguntar por ése "Brain Drain"?
Sin voltear, se detuvo por unos instantes. Se levantó la máscara, y giró sobre sus talones lentamente. Al decir verdad, ya sabías lo que había debajo, lo que no impidió que tuvieras cierta impresión cuando respondió:
—Mejor haz lo que debas hacer. Finge que nosotros no sabemos nada. De ti depende hallar la pieza final antes que otros lo hagan.
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Por amor... ¡Hasta la locura! (Painwheel x Lector)
أدب الهواةTras la derrota de la Skullgirl nada sería igual en New Meridian. Eso incluye a una pobre inocente usada como arma. ¿Podrá encontrar alivio a su tormento gracias a un sacrificado voluntario? Portada por @Sieben_Wege (NB: Cualquier cosa en esta hist...