21. CHANGKYUN

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El dinero que el "señor Hertzoon" les había dejado a Changkyun y Jimin se acabó la siguiente semana.

Jimin trató de devolver su nuevo abrigo, pero la tienda no lo aceptó, y las botas de Changkyun estaban claramente gastadas. Para cuando llevaron al banco el acuerdo de préstamo que el señor Hertzoon había firmado, descubrieron que a pesar de todos sus sellos de aspecto oficial era papel sin valor.

Nadie conocía al señor Hertzoon o a su compañero de negocios.

Los desalojaron de la casa de huéspedes dos días después y tuvieron que buscar un puente para dormir debajo, pero pronto la stadwatch los hizo salir de ahí bruscamente. Tras eso, deambularon sin rumbo hasta la mañana.

Jimin insistió en volver a la cafetería. Se sentaron durante mucho tiempo en el parque al otro lado de la calle, pero cuando llegó la noche la guardia comenzó sus rondas y Changkyun y Jimin se dirigieron hacia el sur, hasta las calles del sur del Barril, donde la policía no se molestaba en patrullar.

Durmieron bajo unas escaleras en el callejón que había tras una taberna, metidos entre una estufa desechada y unas bolsas de residuos de cocina.

Nadie los molestó aquella noche, pero a la siguiente los descubrió una banda de chicos que les dijeron que estaban en territorio de los Gaviotas Cuchilla. Le dieron una paliza a Jimin y tiraron a Changkyun al canal, pero no antes de quitarle las botas.

Jimin sacó a su hermano del agua y le dio su abrigo seco.

—Tengo hambre —dijo Changkyun.

—Yo no —respondió Jimin. Y por alguna razón, eso le pareció gracioso a Changkyun y los dos comenzaron a reír. Jimin lo rodeó con los brazos y dijo—: La ciudad está ganando por el momento. Pero ya verás quién gana al final.

A la mañana siguiente, Jimin despertó con fiebre.

En los años posteriores la gente llamaría al brote de viruela de fuego la Plaga de la Dama de la Reina, por el barco que se creía que había llevado el contagio a la ciudad.

Golpeó con más fuerza los abarrotados barrios bajos del Barril. Los cuerpos se apilaban en las calles y los barcos de enfermos avanzaban por los canales, usando largas palas y ganchos para llevar a los cadáveres a sus plataformas y transportarlos a la Barcaza del Segador para quemarlos.

La fiebre de Changkyun apareció dos días después de la de Jimin. No tenían dinero para medicina o un medik, así que se apiñaron en una pila de cajas de madera rotas que llamaron el Nido.

Nadie acudió para echarlos. Todas las bandas habían sido afectadas por la enfermedad.

Cuando la fiebre llegó a su plena potencia, Changkyun soñó que había regresado a la granja, y cuando llamó a la puerta vio que el Jimin del sueño y el Changkyun del sueño ya estaban ahí, sentados a la mesa de la cocina. Lo miraron a través de la ventana, pero no lo dejaron entrar, así que deambuló por la pradera, temeroso de tumbarse en la hierba alta.

Cuando despertó no podía oler heno, trébol ni manzanas, solo humo de carbón y el esponjoso hedor de las verduras podridas de la basura.

Jimin estaba tumbado junto a él, mirando fijamente el cielo. Changkyun quiso pedirle que no lo abandonara, pero estaba demasiado cansado. Así que puso la cabeza sobre su pecho. Parecía que algo ya iba mal; estaba frío y duro.

Pensó que estaba soñando cuando los hombres lo metieron en el barco de enfermos. Se notó caer, y entonces quedó enredado en una maraña de cuerpos.

Trató de gritar, pero se encontraba demasiado débil. Estaban por todas partes, brazos y piernas y barrigas rígidas, miembros podridos y caras de labios azules cubiertas de las úlceras de la viruela de fuego

SEIS DE CUERVOS - MONSTA XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora