Minhyuk tenía ganas de tirarse por la borda solo para romper la rutina. Seis días más. Seis días más en ese barco (si tenían suerte y el viento era bueno) y deberían llegar a tierra.
La costa occidental de Fjerda era toda roca peligrosa y acantilados escarpados. Tan solo se podía llegar a ella con seguridad por Djerholm y Elling y, dado que la seguridad en ambos puertos era fuerte, se habían visto obligados a viajar hasta los puertos balleneros del norte. Secretamente esperaba que sufrieran un ataque pirata, pero ese barco era demasiado pequeño para llevar ningún cargamento valioso. Eran un objetivo poco digno, y atravesaron sin molestias las rutas de comercio más transitadas del Mar Auténtico con los colores neutrales de Kerch.
Pronto llegaron a las frías aguas del norte, avanzando hasta la Isenvee. Minhyuk merodeaba por cubierta, subía a las jarcias, trataba de convencer a la tripulación para que jugara a las cartas con él, limpiaba sus pistolas.
Echaba de menos la tierra, la buena comida y una cerveza mejor. Echaba de menos la ciudad. Si hubiera querido amplios espacios abiertos y silencio, se habría quedado en la frontera y se habría convertido en el granjero que esperaba su padre. Había poco que hacer en el barco salvo estudiar la disposición de la Corte de Hielo, escuchar los gruñidos de Hyungwon y molestar a Jooheon, que siempre estaba trabajando en sus intentos de reconstruir los posibles mecanismos de las puertas de la pared anular.
Changkyun se había quedado impresionado con los bocetos.
—Piensas como un experto en forzar cerraduras —le había dicho a Jooheon.
—No es verdad.
—Quiero decir que puedes ver el espacio en tres ejes.
—No soy un criminal —protestó Jooheon.
Changkyun le lanzó una mirada casi de lástima.
—No, eres un flautista que se ha rodeado de malas compañías.
Minhyuk se sentó junto a Jooheon.
—Aprende a aceptar un cumplido. Changkyun no los hace a menudo.
—No es un cumplido. No me parezco en nada a él. Este no es mi sitio.
—No voy a discutir.
—Y tampoco es tu sitio.
—¿Disculpa, mercadercillo?
—No necesitamos a un tirador para el plan de Changkyun, así que ¿cuál es tu trabajo... además de pasearte por ahí poniendo nervioso a todo el mundo?
Se encogió de hombros.
—Changkyun confía en mí.
Jooheon resopló y tomó la pluma.
—¿Estás seguro?
Minhyuk se movió incómodo. Por supuesto que no estaba seguro. Pasaba mucho de su tiempo preguntándose por los pensamientos de Changkyun Im. Y si se había ganado una pequeña parte de la confianza de Changkyun, ¿se la merecía?
Tamborileó sobre sus revólveres con los pulgares y dijo:
—Cuando las balas empiecen a volar, tal vez descubras que está bien tenerme cerca. Esos dibujos tan bonitos no van a mantenerte con vida.
—Necesitamos estos planos. Y por si te has olvidado, una de mis bombas lumínicas nos ayudó a salir del puerto de Ketterdam.
Minhyuk soltó aliento.
—Una brillante estrategia.
—Funcionó, ¿verdad?
—Cegaste a nuestros hombres junto a los Puntas Negras.
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SEIS DE CUERVOS - MONSTA X
Genel KurguKetterdam es un bullicioso país, foco de comercio internacional donde cualquier cosa se puede conseguir por el precio adecuado. Y es precisamente donde Changkyun Im, el criminal más vivaz del Club Cuervo, encuentra al equipo perfecto para realizar u...