𝘯𝘰𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘫𝘪𝘴𝘶𝘯𝘨

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Había transcurrido cuatro días desde la gran noticia, noticia que solo era conocida por la pareja, al primero que querían contarle era a Jisung.

Jeno se había ofrecido a preparar la cena, ya que Jaemin estaba nervioso, ¿cómo se tomaría aquella noticia su hijo adolescente? ¿Se pondría feliz? ¿Quería hermanos?

—¡Cariño, la cena está lista! —llamó el rubio desde el comedor.

Mordió por última vez la magullada piel de sus dedos, intentando tranquilizarse. Pudo sentir algo de calma cuando una cálida mano se posó en su cintura, y su maravilloso esposo le dedicó una sonrisa sanadora.

Jisung traía puestos sus auriculares y perdido en su teléfono, al ver a sus padres, dejó sus cosas de lado y tomó asiento en su lugar.

—Espero que disfruten la comida —expresó Jeno.

—Sabes que lo hacemos, amor, cada día mejoras tus técnicas culinarias.

El mayor le sonrió de vuelta.

—Hijo, ¿qué tal la escuela? —preguntó Jeno, mientras servía un poco de limonada en los vasos.

—Bien, hasta el momento. Con Hyuck y Lele entregamos un trabajo hace poco y nos fue bien.

Jisung no solía compartir muchas cosas referidas a sus estudios o a sus amigos, siempre se limitaba a decir «bien» o «mal», aunque cuando realmente necesitaba consejos de sus padres, lograba abrirse un poco más y confiar en ellos. Los mayores trataban de entender sus decisiones y no presionarlo para que les cuente todo.

—Bien hecho, cielo.

—¿Qué pasó con Shotaro? —inquirió el pelinegro, por supuesto que conocía a los amigos de su hijo.

—Tuvo que formar parte de otro grupo, así que solo quedamos nosotros tres, aunque la mayor parte del trabajo lo hicimos con Chenle.

—Ese niño, Donghyuck, parece ser...

Jaemin no sabía cómo describir correctamente al amigo de su hijo, había podido hablar con él en algunas ocasiones y había ido a casa.

—Es, básicamente, la descripción de locura —rio el menor—. C-cuando fue a la casa de Chenle, conoció a Mark y pensó que era el hermano de Chenle y ahora dice que está e-enamorado de él.

El menor lo contaba con algo de gracia en su voz, pero también estaba algo preocupado por la reacción de sus padres, ni siquiera él llegaba a entender la loca mente de Donghyuck.

La pareja cruzó miradas y Jaemin levantó las cejas, claramente sorprendido.

—Wow, ese niño realmente es una dinamita —comentó Jaemin, terminando la frase con una pequeña risa.

—Se burlaba de Chenle diciendo que quería ser su padre —al contar aquello, Jeno escupió parte de la limonada que había tomado.

Limpió su boca, mientras tosía y se reía al mismo tiempo.

—Creo que Mark se ha vuelto algo popular.

Los tres reían amenos.

—Cariño, ¿y a ti te gusta alguien? —preguntó Jaemin, con su usual tono dulce.

Las mejillas del menor se colorearon, la sonrisa se borró de sus labios y sus ojos encontraron algo entretenido en el suelo.

—M-me gustaba u-una chica de mi clase, pero ya no me siento i-igual...

Confesó tímidamente y muriendo de la vergüenza, siempre esquivaba ese tipo de temas con sus padres.

—Hijo, sabes que a la persona que realmente ames, estará bien, te apoyaremos siempre —acotó Lee, mirando a su hijo a los ojos, mostrándole verdadera sinceridad.

—Eso lo sé, e-es solo que, por el momento, no ha llegado e-esa persona —explicó.

—Está bien, cariño —sonrió Jaemin—. Jisung, con papá tenemos una noticia que darte.

El menor levantó la mirada, curioso de saber.

—Tendrás un hermano o hermana —exclamó el rubio, tomando fuertemente la mano de su marido.

—¿M-mellizos? —cuestionó Jisung con preocupación.

Jaemin hizo un esfuerzo sobrehumano para no rodar sus ojos con irritación, claramente ese niño tenía el «Lee» marcado en la frente.

—No, cielo. Es un solo bebé, pero no sabemos el sexo —explicó con calma.

—¿De verdad?

La pareja asintió con una sonrisa.

El menor se acercó a ambos y los envolvió entre sus flacuchos brazos.

—Me siento feliz de escuchar esa noticia, gracias a los dos.

Jaemin tenía ganas de llorar, saber que la venida de un próximo bebé alegraba a los que estaban a su alrededor, lo llenaba de felicidad.

—Bien, escuchen. Todavía debo hacerme un estudio, hasta ese momento, no se lo diremos a nadie más, ¿de acuerdo?

—Sí —contestaron los Lee al mismo tiempo.

—Seré el mejor hermano mayor.

—Por supuesto, que lo serás —aseguró el rubio, acariando la mejilla de su pequeño con orgullo.



































𝘛𝘩𝘦 𝘊𝘶𝘳𝘪𝘰𝘶𝘴 𝘉𝘢𝘣𝘺 ─ 𝙉𝙊𝙈𝙄𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora