𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘤𝘩𝘦𝘯𝘭𝘦

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Habían pasado unos meses luego de la noticia de sus padres y por suerte, su papá Jaemin se encontraba mejor después de sus visitas a la psicóloga. Jisung sabía que todo aquel tema debía quedar entre familia, pero no pudo evitar contárselo a Chenle, él era su mayor confidente, así como le contaba muchas cosas íntimas a Chenle, él también sabía muchísimas cosas de su amigo, las cuales permanecían selladas entre ellos.

Chenle supo contenerlo cuando Jisung estaba algo cabizbajo por todo el asunto familiar, siempre intentando subirle el ánimo o simplemente, no despegándose de su lado.

Era un viernes por la noche y el mayor había invitado a su mejor amigo a pasar la noche en su casa, ya que al día siguiente iría a quedarse con su papá Renjun.

—¡No es justo, hiciste trampa! —se quejó el menor, viendo como su amigo sonreía triunfante.

—Vamos, Ji, no seas un mal perdedor —a veces odiaba jugar videojuegos con Chenle, era demasiado bueno o él demasiado malo—. Sabes que nunca hago trampa, acepta el hecho que eres pésimo.

—Te odio —se tiró de espaldas a la cama.

—Sé que es mentira.

Chenle estaba a punto de sentarse a un lado de su amigo en la cama, cuando el ruido de la puerta siendo tocada y la silueta de su padre en el marco de la puerta lo interrumpió.

—¿Terminaron su cena?

—Sí, Mark —contestó el chino, recogiendo los platos y vasos vacíos del suelo y entregándole a su padre—. Ahora a la cama, tu padre vendrá a buscarte al mediodía, no lo olvides.

—Lo sé.

—Bien, buenas noches.

—Buenas noches, señor Lee —el menor correspondió el saludo.

El dueño de casa les dedicó una pequeña sonrisa a ambos y desapareció de la habitación, cerrando la puerta.

—No es tan tarde —se quejó el mayor, mirando la hora en su teléfono.

—Debemos hacerle caso a tu padre, Lele.

—Eres aburrido, Jisung.

Ambos ya estaban con sus pijamas puestos, acostados bajo las frazadas, cada uno ocupando un lado de la cama, iluminados por una lámpara led de colores que tenía el chino, la cual había configurado para que permaneciera iluminando con un intenso color azul.

—Donghyuck es un idiota —alegó el mayor, luego de bloquear su teléfono y dejarlo en su mesita de noche.

—¿Por qué lo dices? —Jisung se acostó de lado, quedando frente a frente con su amigo, a una prudente distancia.

—Continúa preguntándome cosas de Mark.

El rubio rio por lo bajo, ganándose una mala miraba por parte de su mayor.

—Donghyuck está realmente loco.

—No sé qué demonios ve en Mark —en su cara se formó una mueca que hizo reír al menor.

—Supongo que son sus hormonas, la profesora Choi lo explicó en una de sus clases.

Ahora fue el turno de Chenle de reírse y burlarse de su amigo.

—¿Tus hormonas también están alteradas? —bromeó el mayor, picándole el estómago a Jisung.

Este trataba de no reír muy fuerte y de paso también de protegerse del ataque del mayor.

—¿Acaso te gusta la profesora Choi? Siempre la mencionas.

El rostro del menor se puso de mil colores, Chenle estaba sacando las cosas de contexto, a pesar de que no había dicho nada que se pueda malinterpretar.

𝘛𝘩𝘦 𝘊𝘶𝘳𝘪𝘰𝘶𝘴 𝘉𝘢𝘣𝘺 ─ 𝙉𝙊𝙈𝙄𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora