-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 21

“—Padre, cuídalo por mi—Rogó el alfa azabache.

A pesar de su petición, sus brazos nunca flaquearon alrededor del niño dormido.

Nueve meses. Criarlo solo unos nueve meses hizo que todo su amor por su cachorro fuera más fuerte.

Garp suspiro y vio al pequeño dormido. Sonrió un poco, ¿de verdad no era ilegal que su nieto sea tan adorable? ¿de verdad era hijo de su hijo?

—¿Lo irás a ver?—Pregunto.

Dragon suspiro y sintió que su lobo desgarraba su ser al sentir que lo alejarían de su cachorro.

—No, no lo haré. Borre su memoria, todo lo que estuviera relacionado conmigo y el ejercito revolucionario, no lo recordará.—Susurro con pena.

Apretó al niño entre sus brazos, enterrando su cabeza en sus cabellos azabaches. Sintió sus ojos picar y las lágrimas en las esquinas de sus ojos.

Una mano reconfortante toco su hombro y negó. Era injusto.

Era injusto renunciar a su hijo. Era injusto no verlo crecer. Era injusto no verlo reír, llorar, gritar, correr y sonreír tan soleadamente.

Era tan injusto renunciar a su retoño.

—No le digas nada de mi, déjalo ser feliz y elegir que quiere ser. No quiero que este atado a mi y sea perjudicado.

—Cuídalo mucho, por favor.—

Saco de su escondite al pequeño alfa y restregó su olor con el como muestra fraterna y tranquilidad.

Beso su frente con dolor y respiro profundo. Le dio una última mirada con cariño y se lo dio a su padre, negando levemente ante su olor amargo.

—Es mi decisión, y si tengo que renunciar a todo para que este bien, lo haré—

Garp suspiro y arrullo al niño pequeño en sus brazos, dándole una mirada con pesar.

—Cuídate. No te tortures más de lo que los has hecho, Dragon.—Dijo con amargues.

Dragon asintió y con su alma destrozada, se dio la vuelta, su capa ocultando su dolor.

Camino hacia su barco con una parte de su corazón hecha pedazos.

Era lo mejor, se repitió.

Pero, si era lo mejor, ¿Por qué le dolía tanto?

El barco avanzó y las olas oscuras arrullaron en la lejanía.

—Espero que me perdones por no estar allí para ti…—Murmuro.

Incluso cuando su alma y su lobo dejaban de sentirse, no se permitió devolverse.

Ya no.”

—☆—

Luffy respiro profundo el aroma del omega dormido a su lado, estirando sus brazos y envolviéndolos protectoramente alrededor de Ace.

Su mirada vago en sus recuerdos ahogados con abundante nostalgia.

¿Cómo sería el olor de Law ahora?

¿Lo recordaba? ¿Sus promesas seguían en pie?

Esperaba de todo corazón volverse a ver. El alfa mayor lo había ayudado mucho sin saberlo y agradecerle era uno de sus principales propósitos.