Capítulo 27

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Dedos que trazan sus aretes, dedos que trazan su cicatriz con suavidad.

El celo arruinaba sus sentidos, sin saber que carajos estaba pasando.

Su nombre susurrado por la bajo, cariñoso y suave como las telas de seda.

Abrió sus ojos con pesadez, notando los cabellos azabaches, la mirada oscura y penetrante.

Él sonrió con suavidad, dejándolo sin aliento.

Su omega aulló, un gemido desgarraba desde su garganta.

Luffy tarareo, arrastrando sus dedos sobre su cabello, raspando con sus uñas.

Sus dedos acariciaban sus mejillas, haciéndolo temblar. Jadeo ante la pequeña llama que explotaba en su vientre.

Se acercó por completo al alfa, acostándose cerca. Jaló las manos, quedando con Luffy frente a él, entre sus muslos descubiertos.

Luffy respiró profundamente, parecía mareado, pero no había hecho nada en contra de su voluntad.

Acercó al alfa a su cuerpo, pidiendo débilmente algo que no identifico, pero Luffy pensó y parecía en conflicto.

Negó, vio Zoro.

—Zoro no sabe lo que hace—Dijo—No sabe lo que me hace—Murmuró contra su cuello.

Gimió tembloroso, aferrando sus uñas en los hombros del alfa. Tragó, su garganta seca.

La nariz de Zoro aterrizó en el cuello del hombre, tensándolo. Pasó su nariz con suavidad, fundiéndose en ese adictivo olor. 

—Z-Zoro…—Advierte.

Cerró sus ojos, su cabeza se sentía en las nubes.

Sintió manos en su cintura, trazando delicadamente. Como si fuera de porcelana, algo para proteger.

Luffy órbita encima de él, su nariz pasando ligeramente por sus mejillas, teniendo las suyas propias rojas.

Saco ligeramente su lengua y la paso por sus mejillas, alejando el rastro de lágrimas.

No supo cuando comenzó a sollozar. Su celo era asqueroso.

Manos tomaron sus muslos, enrollando sus piernas atrás de las caderas del alfa. Los talones se clavaron con fuerza, no queriendo soltarlo.

—Zoro, mi primer oficial—Era retumbante la voz que lo alejaba de la realidad—El omega más fuerte y digno de ser el mejor espadachín del mundo—

Cada palabra era una daga, que lo llevaba al cielo y dejaba su mente nublada por los elogios.

—Eres tan fuerte y magnífico—Jadeo con más fuerza, sintiendo que no respiraba—Estoy agradecido de tenerte conmigo—Susurró—Porque eres mío, Zoro. espadachín.—

Sus ojos volaron hacia atrás de su cabeza, los lametones en sus mejillas bajaron a su cuello. El calor que había en su vientre reventó.

Sus talones apretaron con fuerza la espalda de su capitán, sus brazos rodearon en cuello ajeno con fuerza, jadeando pesadamente en el oído de este.

Zoro era de Luffy.

Zoro le daría todo a Luffy.

Sería un arma humana para él, limpiaría el camino para que el suelo bese sus pies de manera limpia.

-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora