-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 38

Luffy apoyó su cabeza contra la curva del cuerpo del omega, soltando un suspiro entristecido.

—¿De verdad tienes que irte?—Murmuró, mirándolo con ojos de cachorro.

Ace desvió su mirada, un sonrojo en sus mejillas y sus brazos alrededor del alfa lamentable.

—Uhg—

Gimió suavemente cuando el alfa beso su glándula, raspando sus caninos en la piel.

Un recordatorio.

—Nos veremos pronto—Susurro en el oído de Luffy, mordiendo el lóbulo de su oreja con una sonrisa.

Luffy gruñó, apretando sus caderas con un sonido bajo.

Ace ronroneo, restregando su mejillas contra el cuello de su alfa.

Luffy tomó sus mejillas, pegando sus caras juntas. Restregó sus narices, sonriendo suavemente a su omega.

Luego, besó sus labios con una suavidad inexplicable.

Profundizo el beso al escuchar el jadeo ahogado de Ace, zambulléndose en el almíbar de los besos de su omega.

Ace parpadeo a través del mar de pestañas negras, oscuras como la noche.

Beso la esquina del labio inferior del alfa, absteniéndose a hacer más. Luego; suspiró, sintiendo su pecho extraño por la forma en que se contraía.

—Te extrañaré, idiota—Murmuró, raspando sus caninos en la piel gomosa.

Luego, clavó levemente sus colmillos en la parte baja de la glándula odorífera, escuchando el jadeo ahogado del alfa.

Era poco visible, sólo unos ojos demasiado agudos lo verían o si el alfa quería dejar verlo y exhibirlo con orgullo.

Paso su lengua por sus colmillos, chupando levemente la sangre en ellos. Sonrió gustoso, alejándose.

—Te amo.—

Sus ojos se abrieron con sorpresa y su omega se exaltó ante las palabras que salieron de sus labios.

Luffy parecía haber dejado de funcionar, con su boca abierta llena de sorpresa. Luego, lo abrazó con fuerza, pegándolo a su pecho con su respiración temblorosa.

—Por favor, Ace. Cuídate, te amo, te amo, te amo mil veces más…—Repitió mil veces.

Mil veces, como si el mundo entero tuviera que saber de su amor por su omega.

El omega rio suavemente, pasando su mano por la espalda de su alfa. Asintió, su pecho expandiéndose con el profundo cariño que lo ahogaba.

Luego, se separaron y con un ultimo beso, se alejaron.

Se despidieron con amor, posesividad y todo lo que poseían.

Había amor en sus miradas y no se apagaría a pesar de la distancia.

—♧—

Luffy miró a la mujer en su barco, sus caninos picaban por la reciente partida de su omega, pero estaba relajado, calmado y tranquilo.

La pelinegra sonreía misteriosamente, cosa que no lo asustaba.

Luego, Luffy sonrió, soltando una pequeña risa.