-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 44

Law miró fijamente el suelo de su habitación, su corazón latiendo acelerado mientras pensaba que había hecho.

No podía dejar de pensar.

¿Por qué ignoro la forma que Luffy lo miro? ¿Por qué ignoro como el alfa había querido hablarle?

Tal vez era el miedo.

Tal vez eran los nervios de su encuentro.

Tal vez era el terror de que Doflamingo tuviera ojos en todos lados, y viera que Law tenía una debilidad por ese alfa gomoso.

Entonces, ¿Por qué lo hizo?

El olor del alfa en ese momento lo enloqueció. Necesitaba verlo, alejarlo de la gente y pedirle disculpas por irse sin decir nada.

Quería posarse a su lado, tomar su mano y decirle que no lo había olvidado.

Sabía que los ojos de Luffy en ese momento tendría dolor por hacer que no estaba allí y eso lo destrozaba.

Su corazón, a pesar de que muchos decían que no tenía, se partía en pedazos.

Luffy fue y será el primero, quien le enseñó que los obstáculos no son la fuente de la rendición.

Luffy le dio clases de amar a pesar de que pensó nunca hacerlo, porque amar para Law era perder a quienes amaba.

Era ver como morían frente a sus ojos y él no hacía nada, nada más que ver y gritar por ello.

Y así era la vida. Y Law no permitiría que ese pequeño significado de esperanza, doliera por su culpa.

Cuando volvieran a encontrarse, Law se asegurará de que Luffy sepa que siempre lo ha amado más allá de lo inimaginable.

Y nunca, nunca lo dañaría con sus propios sentimientos.

Incluso si Law debía destruirlos para siempre de su mente, sólo quería hacerle saber que también era amado, de la misma forma que Luffy lo amó en esa playa desolada.

De la misma forma que Luffy lo tomó de las manos, a pesar de las manchas que habitaban en ellas.

De la misma forma que Luffy lo miró como una esperanza. De la misma forma que Luffy le sonrió como el sol y le hizo saber que el dolor era pasable cuando lo tenía a su lado.

Entonces, Law lo buscaría, y le hará saber, cuanto lo había amado.

(No sabe, que ese amor, tal vez tendría una segunda persona en él).

Luffy miró desde la cima de esas casa el paisaje, pensando en las miles de maneras de salir de allí y volver con sus nakamas.

Pero su estómago estaba revuelto y su alfa estaba callado.

Recordó la presencia fría de Law y tragó.

Law supo que estaba allí. Supo que Luffy quería hablar con él.

Law supo que Luffy estaba allí.

Y dolió ver la indiferencia de la otra parte.

Porque Law había prometido no olvidarlo. Había prometido que no lo olvidaría nunca y ahora no le dirigía la mirada.

Pero Luffy sigue cumpliendo su propia promesa. Lo recordaba, estaba grabado en sus memorias, estaba marcado en ellas en negritas, y le era imposible no pensar en él.

Luffy lo sigue amando como prometió. Luffy lo sigue recordando. Luffy sigue y seguirá allí.

Tal vez a Ace le gustaría Law.