-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 16

Su cuerpo latía entumecido y su garganta cerraba el paso de lo que se llama aire. Quiere respirar pero no puede hacerlo, no debe hacerlo, o él lo oirá.

Su sombrero oscurecía su cara pero nunca su corazón tartamudeante, el cual no paraba de golpear contra su pecho.

Law respiro profundamente mientras trataba de que su respiración no delatara su escondite, no delatara su vida.

Pasos profundos hacían que su respiración fuera errática. No, no debía dejar que lo encontrara.

Cerró sus ojos con fuerza y sus manos fueron a sus oídos.

—Nii-san nunca quiso salvarme, ¿cierto?—

La tersa voz se escuchaba en su cabeza y abrió sus ojos con sobresalto. Negó, tragando en seco.

—Y-Yo quise hacerlo, lo juro—Murmuró, sintiendo su ser temblar.

Contrólate.

—¡No lo hiciste! ¡No lo hiciste!—

Los pasos se escuchaban más cerca, aumentando la presión en su pecho.

—Juró que lo hice, juro que lo hice—

Apretó más su sombrero, mordiéndose su labio inferior que temblaba.

Quería llorar y decirle a su hermana que quiso salvarla, quiso ayudarla, pero no podía.

Su escondite fue descubierto, sobresaltándolo.

—Así que aquí te escondes, pequeña sabandija—La voz tétrica saco el aire que tanto quería obtener.

Sentía hilos envolviendo su cuerpo, apretando cada parte de su ser mientras sus huesos parecían oprimirse.

De sus ojos caían fuertes lágrimas mientras trataba, inútilmente, de soltarse de los miles de hilos.

                 ¡Nos dejaste!
                                                ¡Tu culpa!
¡Nos mataste!    
                                        ¡Tu culpa!

¡Gusano! ¡Debes morir!
                                            ¡Muere! ¡Muere!

——

Despertó, respirando entrecortadamente mientras tocaba su cuerpo apresuradamente. Su mirada estaba perdida en sus propios recuerdos vagos mientras trataba de calmar su ser nervioso.

No sintió ese calor gomoso, el cual se estaba acostumbrando ante las dos semanas que llevaba con el menor, y su ser se paralizó.

¿Se había ido? ¿Lo dejo también?

¿Por qué?

¿Por qué todas las personas que le muestran amabilidad se van?

Respiro tembloroso mientras trataba de que sus labios no temblaran, de dejar que las lágrimas nunca se derramaran de nuevo.

Se encogió al pensar que el tonto gomoso se había ido. Se fue. Siempre despertaba con él enredado a su cuerpo.

Escucho un pequeño suspiro y alzo su mirada con rapidez, dejando que la esperanza no se notará en sus ojos.

El alivio lo inundó al ver a Luffy con un pequeño ceño mirando al mar, sin notar su despertar. Law soltó un profundo suspiro y se quito su sombrero, pasando sus manos por sus cabellos.