-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 5

5 días.

Luffy no había regresado a la cabaña en 5 días.

5 días los cuales pasaban lentamente, los cuales el omega no estaba preocupado, para nada.

Dadan había dicho que probablemente había muerto, siendo comido por los lobos. Y la sangre de Ace se heló ante eso.

El tendría la culpa si fuera así.

Pero contradijo a la mujer, diciéndole que el mocoso seguro se fue porque no querría vivir con alguien como ellos.

Y a pesar de eso, no podía estar tranquilo. Y Sabo había notado esa intranquilidad.

—¿Estas preocupado?—Pregunto su amigo omega.

Ace volteo sus ojos, haciendo una mueca de desagrado.

—Por supuesto que no, por mí puede perderse en el maldito bosque—

Su voz salía con pesadez, ignorando los ojos agudos de Sabo sobre él.

—Uhm, no parece—Murmuró el otro con burla.

Ace lo miro fulminante, haciéndolo callar.

—¡No me importa! ¡Ya te lo dije!—Gruñó.

Sabo simplemente se rio, sin inmutarse ante el repentino estallido. Una sonrisa cruzo en sus rasgos, y lo miro por unos momentos.

—Sé donde esta Luffy—Dijo.

Ace volteo su cabeza de un latigazo, mirándolo con los ojos abierto de sorpresa. Llegó a su lado de un santiamén, tomándolo de los hombros.

—¡¿Dónde está?!—Pregunto.

Sus ojos se habían iluminado gradualmente, pero parecía un poco preocupado.

Sabo lo miro impresionado, y poco después soltó una fuerte carcajada, tomándose el estómago de la risa.

Ace se alejo, mirándolo impasible. Su hostilidad se mostró en su olor, y sus colmillos fueron expuestos ante la mentira.

—Maldito—Murmuro. Se dio la vuelta para irse, completamente infeliz.

Ahora demostró lo que más negaba, y quería golpear todo el maldito bosque si era necesario.

Sabo se levantó y corrió a su lado, mirándolo con una pequeña sonrisa de comemierda, la cual sabía que no presagiaba nada bueno.

—¿Sabes? Sí sé dónde esta—

Ace paro su andar, mirándolo de reojo.

Sabo sí sabía donde estaba Luffy, lo había visto cazando y entrenando. Lo había mirado impresionado.

Su fuerte olor lo había dejado un poco aturdido, pero lo hacía sentir un poco cálido, lo cual su mente gritaba que no estaba bien.

Era un maldito alfa, el cual tenía uno de los olores más exquisitos que había olido en su asquerosa vida. Además, se veía tan inocente que era tan raro.

Así que puede ayudar a Ace a encontrar a Luffy, pero este seguía siendo terco.

—Lo he visto entrenando y cazando. Además, parece que esta entrenando para saber cómo mantener su lobo a la raya y su olor—Informó, encogiéndose de hombros.

Ace parpadeo, haciéndose el desinteresado.

Sabo sonrió ante la idea que llego a su mente, Ace era alguien denso y un poco estúpido, además de estar estreñido emocionalmente. Así que si no se daba cuenta que el alfa le importaba con lo que le iba a decir, tendría que golpearlo.