-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 28

Zoro se separó de su capitán con rapidez.

Puso una mano sobre su boca, viendo la mirada ligeramente aturdida del alfa.

Su corazón latía agitado, y Zoro se sentía vomitar.

“Le fallaste a Kuina. Estas dejando tus promesas por tus sentimientos.”

“Kuina te odia”

“No serás el mejor espadachín, Luffy te odiara”

—Zor—

Una mano iba a tomar su hombro cuando la aparto con fuerza, jadeando ligeramente.

Su omega estaba sometido de miedo y dolor. Recordando promesas que estaba por romper.

Luffy miro su mano manoteada. Fijó su mirada en él con preocupación.

Zoro quería alejarse. Correr y lanzarse al mar por su maldita vergüenza. Llorar y pedir disculpas por su error.

Llorar y esconderse de su vergüenza y el odio hacía sí mismo.

—Zoro—Murmuró Luffy, acercándose—¿Qué-

Su pregunta quedo en su garganta ante la mirada furiosa del espadachín. Dio un paso atrás, tragando con fuerza.

—Aléjate de mi—Murmuró el peliverde.

Luffy abrió sus ojos con sorpresa, soltando un quejido silencioso.

—Zoro, por favor, ¿puedes explicarme?—Murmuró, sentía el pudor tomando su pecho.

Sentía el temor arrastrándose por sus entrañas.

Se acercó al espadachín, queriendo tomar su mano como reflejo, pero de nuevo fue apartado, pero esta vez un empujón en su pecho fue suficiente para crear distancia.

—Olvídalo, Luffy. Olvida lo que acaba de pasar—

Su voz era plana, llena de resabio. Luffy quería objetar, pero el espadachín le dio la espalda, alejándose de él.

Su mente estaba confusa y su alfa aullaba, lágrimas grandes caían de él.

Corrió hacia el espadachín, tomando su mano y parando su andar.

La lluvia caía a cántaros, empapando a ambos.

—¡Zoro, por favor!—Pidió, un Susurro agitado.

—¡No me toques!—Grito Zoro, jalando su mano.

Estaba alterado, sus nervios gritaban y su pecho estaba apretado, tanto para sentir su caja torácica aplastando su corazón martillante.

Luffy parecía luchar con lo que quería y necesitaba oír.

—¡Sólo explícame por qué tus labios tocaron los míos! ¡Zo—

—¡Te dije que lo olvides, maldita sea!—Grito.

Sus gritos podían escucharse, siendo llevados por el viento a la lejanía del dolor que alguna vez sintió el capitán.

—¡No puedo! ¡Estoy confundido y quiero sa—Fue interrumpido con agresividad.

El omega soltó su olor, amenazante, hierro fundido en rabia, listo para atacar. Sus manos tomaron a Wado con fuerza.

Luffy dio un paso atrás con una mirada aturdida, su boca abierta con sorpresa.

—¡¿Qué carajos quieres saber?! ¡¿Eh?!—Grito, acercándose con fuerza al alfa.

Sus pasos resonaban y había filo en su mirada y olor.

—¡¿Quieres saber si estaría con un alfa como tú?!—Una risa sarcástica salió del omega.