-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 17

Luffy tomó la mano de Law mientras pasaban desapercibidos por los pueblerinos dormidos, caminando con cuidado y sin ser notados.

Han pasados varios días desde su conversación, dejándolos con mal sabor de boca a ambos.

Law había murmurando para sí mismo de su ropa, como estaba rota y que no había tomando un baño adecuadamente. Luffy interfirió diciendo que podrían buscar ropa en la Villa y bañarse en el claro río de agua dulce.

Law acepto, sin saber que Luffy literalmente robaría la ropa dejando una pequeña disculpa.

—¡Luffy-ya! ¡No me dijiste que literalmente íbamos a robar esta ropa!—Regaño mientras dejaba que la cálida mano un poco más pequeña apretara la suya.

Luffy se rió, lanzándole una mirada traviesa.

—Tranquilo, Torao. Juro que lo pagare con mi tesoro pirata.—Law volteo sus ojos ante la mención de eso, sabiendo que probablemente el otro no reuniría ni un peso.

Pasaron por el muelle, sus pasos apurados se escuchaban ante el anochecer. La risa traviesa de Luffy le sacó una propia, ganándose unos ojos suaves y brillantes.

La fría noche y la fría brisa agitaban los cabellos azabaches, sus ojos onix brillaban de pura felicidad y emoción, dejando a Law descolocado.

El olor del otro alfa era fuerte y libertino, sin necesidad de mostrar lo contrario, atesorando su compañía. Su mano apretaba la suya con calidez sin querer soltarla.

Pero la imagen que sus sucios ojos veían ahora la guardaría en el fondo de sus memorias retorcidas.

La luna brillaba con intensidad y el rostro del menor se veía salvaje y alegre, su cabeza echada hacia atrás con una carcajada escandalosa que Law diría que ha aprendido a querer.

Su sombrero descansaba en su cuello y sus ojos lo miraban de manera cariñosa.

Para él.

Su lobo interno aúllo, un tipo de aullido que Law no podía reconocer.

Posesividad alfa.

Desvió su mirada, sintiendo que no era sano para él sentirse de esta manera.

Caminaron con tranquilidad, sin notar que todavía sus manos no se habían soltado. Luffy tarareaba por lo bajo mientras veía al mar con felicidad. Eso fue hasta que noto un barco pesquero, recordando su conversación anterior.

—Torao, este barco es el que siempre sale del East Blue—Señaló, sin importar como la mano del más alto se apretaba contra la suya—¡Supongo que al señor Qui no le importaría llevarte!—

Le aseguro con una sonrisa, retomando su camino mientras Law escaneaba el barco.

Después de salir del baño y dirigirse hacia su “hogar”, mejor dicho, después de que Law haya obligado a Luffy a bañarse, caminaron hacia el lugar con tranquilidad.

Luffy hacia pucheros ofendidos al ser obligado a bañarse y Law volteaba sus ojos con cansancio.

Law gruño cuando Luffy se lanzo hacia él, envolviéndolo en sus brazos para irse a dormir. Se había vuelto más pegajoso después de saber que tendría que irse.

Law cerró sus ojos, pero esta vez acercó al más bajo a su cuerpo y lo abrazo él, escuchando el gruñido complacido del otro alfa. Puso su barbilla en los cabellos rebeldes y se obligó a dormir e ignorar su cara ardiente.

Dios, esto no era bueno para su salud, estaba seguro.

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