-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 31

Luffy apoyó su cabeza contra la madera, jadeando pesadamente.

Su mente estaba nublada, el sudor corría por su cara y cuello, cayendo en picada en su pecho.

Sus pantalones estaban apretados, sus caninos picaban, con ganas de enterrarse en una piel blanda.

Su aroma ahora apestaba a excitación, apestando el almacén. Sus pupilas estaban fuertemente dilatadas, había saliva espesa pasando por sus caninos y escurriendo de ellos.

Gimió levemente, fijando su mirada en el bulto de sus pantalones.

Después de la agresividad, su mente distorsionaba las cosas.

Desabrochó el botón de sus pantalones, respirando con dificultad.

Tuvo que comenzar a hacer esto cuando Ace se fue y tuvo su primera rutina solo.

Ace…

Se mordió el labio inferior con respiraciones pesadas, bajando sus bóxers y dejando al aire su miembro endurecido.

Había pre-semen saliendo de él, bajando lentamente por su virilidad.

Lamio su mano y con suavidad la envolvió desde la base, soltando un suspiro que sonaba necesitado.

Su cabeza comenzó a dar vueltas, yendo hacia direcciones equivocadas y pecadoras.

Su mente y su alfa interno repetían el nombre de Ace.

Todo de él habitaba la mente de Luffy en su estado.

Sus ojos feroces, su sonrisa y los jadeos que salían de él cuando lo acicalaba.

Apretó la base de su polla, poniendo su pulgar en la uretra y esparciendo el líquido presiminal para tener un desliz más efectivo.

Su pulgar paso por encima de la punta, apretando levemente.

Gimió plenamente, su saliva bajando por la comisura de sus labios.

“L-Luffy, por favor”

La voz de Ace llenaba sus sentidos. Recordando la forma en la que el omega se arqueada contra él cuando lo acicalaba.

Apretó y subió de arriba abajo sobre su polla, imaginándose la cara de Ace. La forma en que se sentiría tener al omega ahora, sentarlo en su regazo y hacerlo jadear de la misma forma que él jadeaba.

Apretar su cintura y lamer su cuello, dejar mordiscos de amor en su pecho y envolver sus manos en su trasero, atrayéndolo hacia él.

Ah, mierda. Su imaginación a veces era sorprendente.

—A-Ace—Gimió.

Su respiración era agitada, sus ojos oscuros parpadeaban con fuerza.

“Ace es mi omega. Mío, mío, mío, mío”

Luffy asentía apresuradamente ante la posesividad de su alfa interno.

Ace era suyo, su omega, su hermano, su todo-

Los dedos de sus pies se arquearon y sus manos trabajan más rápido. Paso su lengua por sus caninos, recordando la forma en la que Ace besaba su cuello cuando lo acicalaba.

Y no pudo soportar más.

Sus ojos se cerraron y se pusieron en blanco, su cuerpo arqueándose y su vientre escocia.

El calor recorrió todos sus nervios y su polla se contraía. Una fuerte sacudida y el alfa se corrió en su mano con un gemido ronco y gutural.

Dejó que la pesadez de su orgasmo se enfriara, con su mente nublada, como si estuviera en la sexta nube.