-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 37

A Ace y Luffy le dieron su propia habitación en el palacio por pedido del Rey Cobra, diciendo que las parejas debían de estar juntas.

A pesar de que Luffy todavía estaba inconsciente, su doctor siempre iba a revisarlo, y Ace le ayudaba a limpiar al alfa.

—Es bueno ver que Luffy se está recuperando de su herida. Ahora solo está durmiendo, está descansando bien su cuerpo—Dijo Chopper.

Ace soltó un suspiro y asintió con una sonrisa, agradeciéndole al doctor. Este sonrió avergonzado y salió de habitación.

Ace suspiro, sus ojos se sentían pesados y se recostó al lado del alfa, poniendo su cabeza en la almohada del joven.

Cerró sus ojos, dejándose llevar por el sueño y el olor del alfa a su lado.

—♡♡♡♡♡—

Luffy despertó ligeramente, mirando a los lados sin saber dónde estaba.

El olor de su omega llegó a su nariz y se relajó, soltando un suspiro contenido.

Miró a su lado, notando el estado dormido del omega. Sonrió felizmente, tomando entre sus manos las manos de Ace, acercando al omega a su cuerpo.

Levantó la cobija, arropando al hombre. Sus cuerpos quedaron juntos, completamente pegados unos a otros.

Le dio un pequeño beso en la mejilla al omega, rodeándolo con sus brazos. Metió su nariz en el hombro de éste, sintiendo su propio aroma.

Ronroneo con posesividad, raspando ligeramente sus caninos en la piel pecosa.

Escucho el pequeño quejido del omega y apretó sus labios, conteniéndose.

Cerró sus ojos y volvió a apoyar su cabeza en la almohada.

Intento dormir, pero su mirada no se podía despegar de su omega.

Se veía tan relajado, soltando pequeños murmullos. Sonrió, brillando ante el propio resplandor del omega.

Ace era tan hermoso, no podía evitar sentirse afortunado.

Beso ligeramente sus labios regordetes, sintiéndose codicioso y satisfecho por un ligero beso.

Pero una mano tomó su cuello, pegando sus labios contra los ajenos.

Tarareo, serpenteando su mano hasta las caderas del omega.

Cuando se separaron, Ace tenía sus ojos adormilados, mirándolo suavemente.

—No es bueno besar a las personas cuando duermen—Susurró contra sus labios.

Luffy rio suavemente, pasando sus dedos por la espalda baja de Ace.

—Lo siento, te veías tan hermoso que no puede evitarlo—Aseguró, ronroneando tranquilamente.

Ace debería acostumbrarse a los elogios repentinos, pero simplemente no podía cuando venían de su alfa.

Desvió su mirada con un sonrojo, ronroneando suavemente, devolviendo el gesto.

Luffy lo atrajo desde sus caderas, hasta que sus pechos quedarán juntos, tocándose.