-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 19.5

Ace apretó la venda en los nudillos del alfa, respirando pausadamente cuando escuchaba un siseo.

Miro los nudillos llenos de sangre y golpeados, los dedos magullados y morados.

Se mordió el labio inferior ante el dolor sordo que se instalo, y vendo con cuidado.

Respiro profundo y olor mezclado con el del alfa llego a su nariz. Lo había olido cuando abrazo a Luffy, pero ahora era más claro para su nariz después de que pasara la conmoción. 

Era un olor alfa, pero estaba mezclado de una manera que no le gustaba para nada.

Era demasiado íntimo.

—Ace…—Escuchó su nombre y levantó la cabeza—¿Estas bien? Tu olor se agrio—Murmuro Luffy.

Vio el surco en las cejas de su hermano y suspiro. No tenía porque preocupar a Luffy con esa llama que se encendía en su pecho ante ese olor desconocido.

—Sí, sólo…estoy pensando—Le dio una pequeña sonrisa que fue correspondida, no de la manera de siempre.

Era pequeña pero sincera, se veía suave y tranquila.

Se quedaron en un silencio cómodo, Ace terminó de vendar y se sentó al lado de Luffy, un poco alejado para incomodar al azabache con sombrero.

Apoyo su cabeza en el tronco del árbol, el olor persistente de ese alguien desconocido seguía pinchando su nariz y sentidos.

Advertencia.

Marcada de territorio.

Sintió como su omega gruñía ante la amenaza inminente. Ese olor era burlesco, como si su función fuera alejarlo al olerlo.

No le gustaba.

El olor de Luffy estaba mezclado con ese, y, aunque todavía el olor de Luffy no está claro hasta que tenga su primer celo, era refrescante para la nariz de Ace.

Respiro un poco más profundo, queriendo sentir solo el olor de su hermano.

—¿Estas molesto?—Escucho la pregunta, la cual tenía rastros de timidez y preocupación.

Abrió sus ojos rápidamente, buscando la mirada de Luffy. Frunció el ceño al verlo mirando sus manos vendadas.

—No, ¿Por qué lo estaría?—

Quería acercarse a su hermano, pero no sabía cómo hacerlo. Después de lo que había hecho, sintió que rompió esa confianza que tenía con Luffy. Así que no se acercaría si Luffy se veía incómodo.

Luffy parecía en conflicto en decir lo que quería decir, y Ace se juró en ser mejor por él.

Dios, se odiaba tanto.

—Tus cejas se juntan después de oler mi aroma. ¿Quieres que deje de liberarlo?—Argumento.

Levanto su mirada, encontrándose con la del pecoso.

—¡No! ¡Nunca querría que guardarás tu aroma!—

Se acercó con rapidez, quedando al lado de Luffy, tomando entre sus manos magulladas las mejillas bronceadas.

Al diablo dar tiempo, necesitaba arreglar esto antes de que todo se volviera incómodo.

—Volvamos a ser como éramos antes—Pidió, su voz salió temblorosa—Sé que costará mucho, pero me esforzaré, lo juro. Sólo …—Se atragantó con sus palabras, mirando los ojos onix con tanto cariño—Sólo no hagas lo que no quieras hacer para complacerme—Rogó.