-ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴠᴇ ᴀʟᴘʜᴀ-

Capítulo 3

Habían pasado algunas cosas en tres semanas.

La primera de ellas, era que Luffy había comenzado a seguir a Ace, gritándole que quería ser su amigo.

La segunda, era que Ace había tratado de matarlo de varias formas, y el omega no parecía rendirse con lo que hacía.

La tercera, Sabo había conocido accidentalmente al azabache cuando lo vio correr a la par de Ace.

Y por último, Luffy parecía un poco irritado ahora, tanto así, que había dejado de perseguir al omega.

Ahora, estaba frente a una roca, apretando sus puños y flexionándolos. Era hora de que comenzará a trabajar con su fruta del diablo, y a la vez con su alfa.

Para tener nueve años, sabía que sus instintos, a veces, debía seguirlos y dejarlos libres. Pero a veces, no le gustaban ellos.

Su lobo aullaba cada vez que escuchaba los gruñidos molestos de aquel azabache omega. Él también se sentía triste, así que podía concederle eso.

Pero, ¿querer morder a algún bandido cuando decían cosas malas del otro? ¡¿Desde cuando era un perro rabioso?!

¡No le gustaba! Además, no entiende nada de eso, y debería tratar de aprender de ellos. 

Pero leer un libro era agotador, le dolía la cabeza. Pero tendría que hacer el esfuerzo para saber como controlarse. 

Había estado tan sumido en sus pensamientos, que no se había dado cuenta de la fija mirada en él.

A lo lejos, Ace estaba acompañado de un rubio, mirando como el azabache de sombrero golpeaba con fuerza rocas y árboles.

Ace se había sentido confundido hoy al ver que el niñato no lo seguía, y se preguntó; ¿tal vez se canso?

Eso le hizo sentir una ligera comezón, sus dedos hormiguearon y algo se instalo en su pecho.

¿Decepción? ¿tristeza? ¿soledad?

—¿Cuántos años crees que tenga?—Pregunto curioso, Sabo, mirando con una pequeña anticipación al de sombrero.

Ace tarareo pensativo, tratando de recordar lo que había dicho su abuelo.

—El viejo dijo que tenia nueve años, yo soy mayor que él por unos meses—Murmuró, cruzándose de brazos con una tubería en mano.

Sabo silbo, un poco entretenido.

Se quedaron observando un momento más, hasta que un profundo gruñido los hizo saltar en su lugar.

Mierda.

Al voltear su mirada, se encontraron con un gran oso pardo, listo para atacar al azabache menor.

Los instintos de Ace pedían a gritos que lo protegiera, que lo sacara de allí cuanto antes. Sabo estaba igual que él, parado en su lugar con los ojos abiertos. Totalmente sorprendido.

Protegerlo, no dejarlo morir.

Sin darse cuenta, sus piernas se estaban moviendo, siendo seguido por el blonde.

—¡Cuidado!—Grito Sabo.

El oso pardo dirigió su mirada hacia ellos, y allí fue cuando Luffy reacciono.

Su mirada se clavo en el oso como mil dagas, y sus colmillos fueron expuestos.

Su olor almizcle se agrio totalmente, haciéndolos tambalearse.

El azabache soltó un fuerte gruñido y podían jurar que retumbó por todo el bosque. Era dominante y lleno de agries.

Su mirada parecía oscurecida, y el oso paro en su lugar, sus ojos demostraron algo que nunca pensaron ver en un animal de esos; miedo.