16-.Anatomía perforada...

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                                   PENNY
-¿Qué fue eso? - grito en cuanto nos quedamos solos en el coche.

La fiesta se acabó para mí en cuanto Darius soltó la bomba sobre nuestro acuerdo para dormir.

-Me ponía de los nervios -dice.

-¿Ponerte de los nervios? ¿Quién?
¿Mason? ¡Argh! No tienes derecho a decirle a todo el mundo que estamos compartiendo la cama. ;Ningún derecho en absoluto! Se supone que somos amigos. En plan amigos-amigos!

»Por si no te has dado cuenta, los amigos no duermen juntos. Normalmente. ¿Por qué fuiste a decirles eso? ;Se supone que eres mi compinche! ;Estás asustando a todos los hombres! ¡Los compinches no hacen eso!

Me detengo un segundo, sin aliento, pero aún no he terminado.

Se sienta y me mira hacer mi berrinche. Me mira gritar como una loca. Su expresión es totalmente anodina. Imposible de leer.

Sin embargo, por la forma en que está sentado, parece muy relajado, muy seguro y satisfecho de sí mismo, y eso me cabrea
aún más.

-Eres prepotente, odioso... Tú... Tú...

¡Eres imposible! Estoy tan cabreada! :Tan cabreada! Nadie cree que ahora seamos sólo amigos. Ni siquiera puedo... Dijeron...
Intenté... Dije... Nadie... ¿Qué? ¡Uf!

Estoy tan cabreada que estoy farfullando por todas partes. Ni siquiera puedo terminar una maldita frase. -¡No le digas a la gente que hemos dormido juntos!

-¡Pero no es cierto? dice con una sonrisa de satisfacción después de un rato.

¿Eh? -Bueno... Sí, pero lo hiciste sonar como... Como...

-¡Como si tuviéramos sexo juntos todas las noches?

-¡Sí! -le siseo, sintiendo que se me revuelve el estómago por la forma en que lo dice.

-Al menos eso te quitó a ese estúpido chico de encima. Estaba actuando como si estuvierais juntos. Me estaba poniendo de los nervios.

-¡Y tú no lo haces? Estás actuando como un bárbaro posesivo... Todo un cavernícola.

»Soy una mujer libre. No le pertenezco a nadie -anuncio.

Eso desencadena algo en sus ojos. Abre la boca para decir algo, pero la vuelve a cerrar.

Arranca el motor y se gira para mirar la carretera. Su mandíbula está colocada en una línea obstinada mientras maniobra el coche para salir de la calle llena de fiesteros.

-Mason puede actuar como si fuera su mujer, eso no es asunto tuyo. ¿Por qué te molesta de todos modos?

Simplemente me molestó. No me gusta,
¿vale? -Está frunciendo el ceño con fiereza hacia el camión que tenemos delante.

-Bueno... -Sus palabras me desequilibran por un momento. No esperaba que dijera eso. Casi suena como si estuviera a punto de tener una rabieta él mismo.

»Bueno... No debería. Puedo hacer lo que quiera. Puedo estar con Mason si quiero.
Realmente no es de tu incumbencia. Tú..

Puedes irte y ser todo lo posesivo que quieras con Polina --añado por si acaso.

Dios, todavía me duele sólo decir eso. ¡No lo olvides, Penny!

-¡Puedo? -pregunta con los dientes apretados, con los ojos entrecerrados mientras mira por el parabrisas.

-¡Sí! -Me despido.
Quiero patear y gritar y golpearlo. Quiero arañar su cara y su cuerpo perfecto. Quiero hacer daño.

Recuerdo muchas noches en las que quería gritarle: ¡quiéreme! ¡Escógeme! ¿Por qué no puedes amarme?

Resistiendo a DariusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora