Resistiendo a Darius

42-.Cosas que duelen...

                                  PENNY

Enderezo la columna vertebral y me pongo de pie. No me gusta nada la forma en que se aferra a su brazo ni la manera íntima en que pega un lado de su cuerpo curvilíneo al suyo.

Hoy es un día terrible, y esto no es más que la guinda del pastel. Irracional o no, los celos me queman. Estoy dolida, agotada mentalmente y cabreada.

Su rostro sigue siendo ilegible y no percibo ningún sentimiento en él, pero sus ojos me recorren de pies a cabeza.

Algo parpadea en sus ojos cuando su mirada se detiene en la extensión de mi pierna expuesta a través de la larga abertura de mi bata.

Escudriño mis facciones para que tengan un aspecto cercano al aburrimiento y la altivez que suelo ver en el rostro de Caspian.
Mantengo mis sentimientos a salvo mientras planeo el asesinato de la mujer en mi cabeza.

-Creo que todos estamos preparados para salir dice Constantine.

Eso significa que estamos listos para convocar nuestra reunión nocturna. Su brazo rodea ligera pero posesivamente la cintura de Genesis mientras todos se agolpan alrededor de Caspian y de mí.

Hay un extraño entre nosotros, y todos nos volvemos para mirar a la mujer que se aferra al brazo de mi compañero.

-Todos, este es Désiré. Désiré, seguro que conoces a todo el mundo aquí -dice Darius con despreocupación. Él mismo está de mal humor para hacer una presentación adecuada, parece.

-Alteza. nos gustaría felicitaros a ambos por su apareamiento dice la mujer, Debby o Sandy o como se llame.

Me ofrece su mano para estrecharla y yo enarco una ceja. No voy a tocar su mano a menos que se la arranque del hombro.

La mujer nos mira como si hiciéramos caca de mariposa y arco iris. Parece demasiado ansiosa por complacernos. Su sonrisa es demasiado amplia. Su lápiz de labios es demasiado rojo. No me gusta. No, la odio.

Caspian toma su mano extendida en la suya para un breve apretón de manos después de hacerme un guiño burlón. Ignoro por completo su mano. Sé que parezco una perra esnob, mimada y malcriada, pero no me importa.

-Es una gran noticia. Estamos muy contentos de estar aquí para esta ocasión,
¿verdad, cariño? -Tira del brazo de Darius como para recordarle sus modales.
:Cariño?

-Por supuesto. Enhorabuena -dice Darius con los dientes apretados.

Estrecha la mano de Caspian y luego me tiende la suya. Levanto la barbilla, engancho mi brazo alrededor del de Caspian e ignoro por completo su mano extendida.

Les lanzo a ella y a Darius una mirada de desdén como si fueran molestos chicles bajo mi zapato.

Veo la rigidez de su mandíbula como si rechinara los dientes. Siento los ojos de mis compañeros de manada que nos rodean observando en silencio.

Tras unos segundos de silencio, se acerca a mí y toma deliberadamente mi mano entre las suyas. Su acompañante jadea ante su descaro. Todo el mundo sabe que eso no se le hace a un miembro de la realeza... Y yo
lo soy.

Realmente cabreada.

Su acompañante le da un codazo incómodo, y lo único que dice es: -Recién apareados. Estoy segura de que están deseando estar a solas.

Todo el tiempo manteniendo mi mano en la suya. Sus palabras tienen un doble sentido.

-Cariño, eres demasiado. -Su pareja se ríe-. Los recién apareados no son los únicos que no pueden esperar a estar solos.