17-.Mi cuerpo es mi templo...

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                                    PENNY
La música es ensordecedora. Hace mucho calor en la sala. Llego a mi sexta copa, pero Jay me arrebata la bebida.

-Vamos a hacer chupitos sobre el cuerpo grita por encima de la música.

-¡Hagámoslo! -Lily está totalmente borracha a mi lado. Sólo se ha tomado dos chupitos. Es muy poca cosa.

Suelta una risita mientras intenta subirse a la mesa, pero Daniel la rodea con su brazo por el medio y la vuelve a tirar hacia abajo.

-¡Chupitos sobre el cuerpo! ;Chupitos sobre el cuerpo! ¡Chupitos sobre el cuerpo!
-grita Jay, seguido por otros chicos.

Me río y me tumbo en la mesa, subiendo la parte inferior de mi top. Parece que mi baile «vaporoso» de anoche ha hecho aumentar mi popularidad entre los chicos esta noche.

He bailado con varios chicos, y he bebido mucho esta noche con Jay a mi lado.

Jay también pertenece a esta fraternidad.

Ha bebido tanto o más que yo. Puede que haya encontrado a mi compañero de copas.

Jay me lame el cuello y le echa un poco de sal. Oooh... Eso me hace cosquillas. Intento dejar de reírme mientras me coloca un trozo de limón entre los dientes.

Entre abucheos y gritos, Jay me mira y sonríe.
Alguien vierte una bebida en mi ombligo, y él lame rápidamente la sal de mi cuello, da un sorbo a la bebida y luego me quita el trozo de limón de la boca con la suya.

Nuestros labios se encuentran. Escupe el Timón y vuelve a pegar sus labios a los míos.
Me arrastra fuera de la mesa y seguimos besándonos junto a la esquina antes de que me agarre de la muñeca y me lleve arriba.

Sé que Jay es un prostituto, pero no estoy buscando un anillo de bodas y cinco hijos y medio con él.

Un pequeño y persistente sentimiento de culpabilidad y de duda se apodera de mi
estómago y de mi cabeza mientras avanzamos a duras penas por el pasillo, pero lo alejo de mi cabeza.

Mi loba, Juno, también tiene sentimientos de desagrado. Necesito más copas.

Desbloquea la puerta y veo su habitación.
Una cama doble, una mesa de estudio y una silla con un par de carteles. Justo lo que esperaba que fuera la habitación de Jay.

En cuanto entramos, me agarra por la cintura y me besa de nuevo.

Se quita la camiseta y los dos caemos sobre su cama. La duda crece en mi cabeza cuando me quita la camiseta.

Mientras estoy tumbada en la cama de Jay con mi suietador rojo de encaje y mis pantalones cortos, no puedo ignorar lo diferente que es su tacto en comparación con el de Darius.

No hay hormigueo ni pasión que entumece la mente. No hay temblores en el corazón, ni mariposas en la barriga, ni pasión en los dedos de los pies. No hay fuego. No hay amor en el tacto.

Esto es prácticamente impersonal. Así es como se siente el sinsentido.

No creo que pueda hacer esto. Yo no hago cosas sin sentido. Mi cuerpo es mi templo y toda esa mierda... Bueno, eso y que puedo sentir la ansiedad de Juno al ser tocada.

El efecto de las copas que tomé abajo está desapareciendo. Puedo ahogar los sentimientos de Juno y los míos propios cuando estoy borracha. Definitivamente necesito más copas.

Jay se aparta y empieza a desabrocharse los vaqueros, y yo intento levantarme.

-¡A dónde vas?

-Me largo... Y necesito conseguir más copas -le digo. Me miro a mí misma y me doy cuenta de que no llevo suficiente ropa para salir.

Resistiendo a DariusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora